La denuncia fue presentada en noviembre pasado por el concejal Iván Velázquez ante el pleno de la Junta Municipal, a petición de los vecinos.

El caso se da en compañía Cañada Garay, de Luque. Los vecinos están preocupados por la construcción que supuestamente se da en forma ilegal y podría apeligrar la salud de entre 10 mil a 12 mil personas de la zona.

En la ocasión un vecino de la zona, identificado como Néstor González, manifestó que está situación «llevará el cáncer a domicilio a toda la población aledaña»

Por su parte el edil luqueño había indicado que no van a permitir que esta obra avance hasta tanto se tenga toda la documentación y permisos pertinentes del Medio Ambiente y propuso a sus colegas el pedido de cese de la obra inmediatamente por el peligro que significa para los vecinos.

Según vecinos, en el terreno donde empezaron la construcción también deforestaron una gran cantidad de árboles nativos.

También se solicitó informes a las diferentes direcciones de la Municipalidad de Luque con el objetivo de conocer acerca de los permisos otorgados a los representantes de la empresa Traiding SRL.

En prosecución a la denuncia, el director de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad de Luque, Raúl Salinas, encabezó la intervención para suspender la obra como medida de urgencias.

El intento
de asalto ocurrió en el local perteneciente al emblema Petrosur, ubicado sobre
la ruta vieja General Elizardo Aquino y Carlota Parmerola, de la zona de Ñu
Guasu, Luque.

Los
delincuentes llegaron al servicentro a bordo de un automóvil Toyota, modelo
Runx, color blanco, y a punta de arma de fuego amenazó al playero para que
entregue la billetera y demás pertenencias.

El
trabajador, identificado como Rubén Aquino, reaccionó, saltó por la mano del
delincuente y logró desarmarlo.

Fue entonces
que intentó gatillar en dos ocasiones y la pistola no accionó, percatándose de
que se trataba de un arma de juguete.

El asaltante,
que había cubierto su rostro con una remera, corrió de nuevo hacia el vehículo
en el que lo esperaba su cómplice y finalmente decidieron abandonar el lugar al
toparse con una férrea reacción del playero. El bandido dejó abandonada su
zapatilla.

Resultó víctima Ramón Bordón Alvarenga, administrador de la estación de servicios Sagrada Familia SRL, ubicada en Felipe González y Libertadores de América, del Caurto Barrio, Luque, informó el comisario principal Oslvaldo López, titular de la Comisaría 3ª de Luque.

Según la víctima, alrededor de las 06:30, llegar al servicentro fue interceptado por tres desconocidos, quienes aparecieron a bordo de una camioneta Toyota,  modelo Noha, de color blanco, con chapa BEY 222. Luego se comprobó que el vehículo fue denunciado como robado en la jurisdicción de la Comisaría 20ª Metropolinata (Asunción).

Los delincuentes actuaron armados y camperas con capuchas para evitar ser identificados. Exigieron el dinero correspondiente a la recaudación del fin de semana, cuyo asciende a 60 millones de guaraníes, según el arrojó el arqueo realizado tras el asalto.

El hecho se comunicó a la Fiscalía, y se convocó a los peritos de Criminalística de la Policía Nacional para levantar algunas evidencias para poder identificar a los autores del asalto. La Policía indaga el millonario asalto, a través de las filmaciones de los circuitos cerrados del barrio.

Ladrones
motorizados asaltaron a dos playeros de una gasolinera en el trayecto Luque –
San Bernardino. Los delincuentes se alzaron con un botín de G. 500.000, informó
la Policía.

El
servicentro perteneciente al emblema Copetrol, está ubicado  sobre la ruta que une la ciudad de Luque con
San Bernardino, en la compañía Tarumandy.

El comisario
Alcides Estigarribia, de la Comisaría 29 Central, informó  que el atraco ocurrió al filo de la medianoche
de este lunes.

Dos personas
a bordo de una motocicleta, con casco y vestimenta negra, llegaron hasta el
comercio e inmediatamente dieron la voz de asalto.

Los delincuentes
redujeron a los playeros de la estación de servicios y se alzaron con la suma
de G. 500.000 y luego se dieron a la fuga, informó el jefe policial.

El local cuenta con cámaras y imágenes serán solicitadas por la Fiscalía para iniciar la investigación correspondiente, y tratar de aclarar el hecho punible.