Del operativo emprendido en el barrio San Isidro, de la compañía Maramburé-Luque, la SENAD condujo el allanamiento a una vivienda para desmantelar un esquema de distribución de crac administrado por una mujer reincidente en el ilícito, quien contaba con la colaboración de un hombre de 30 años. Cercano al punto de distribución allanado se encuentra un centro educativo.

La principal sospechosa fue identificada como Emilia González Medina, de 65 años, más conocida en el ámbito de la distribución de drogas como «Ña Emi«, fue detenida en un operativo conjunto encabezado por el fiscal Abg. Marco Amarilla. La mujer que ya presentaba antecedentes por tráfico, ocultaba porciones grandes y dosis de la droga en un peluche.

Junto a «Ña Emi» fue detenido Claudio Adrián Cano, quien colaboraba en la distribución de la droga. En la vivienda intervenida también se encontraban varios consumidores de drogas.

En el momento del procedimiento fueron incautados unos 115 gramos de crac, equivalentes a casi 800 dosis de la cocaína fumable.

Una investigación encarada por la Dirección de Operaciones Urbanas culminó con su captura y la incautación de todas las evidencias.

Los antidrogas constataron que Mauricio Rafael Pereira, había retomado la actividad ilegal de venta de drogas a jóvenes de la zona, por lo que junto al fiscal Abg. Marco Amarilla articularon un procedimiento en la búsqueda por obtener evidencias.

La orden de allanamiento derivó en el incautación de 28 dosis de crack en poder del distribuidor.

Tras la detención y la incautación se dispuso la apertura de un seguimiento a fin ampliar los alcances de la investigación para llegar a más proveedores conectados al capturado.

La importancia del operativo radicó en que el lugar de distribución estaba ubicado en la cercanía de un centro educativo y espacios recreativos.

En primer lugar, los agentes fueron recabando datos sobre el modo en el que operaba el negocio familiar que era camuflado con una bodega.

Los encargados de que drogas sean distribuidas fueron identificados como Clemente Mereles, de 54 años, y su hijo Alex Mereles, de 27 años, según informó la Senad.

Con la irrupción al local comercial fue posible la incautación 67 dosis de cocaína y 139 gramos de marihuana. A su vez fueron requisados dinero en efectivo y balanzas de precisión.

La estratégica ubicación del lugar les brindaba algunas ventajas por la constante concurrencia de personas cercana a una cancha barrial mientras que también se constituía en altamente peligrosa por la proximidad a un centro educativo.

El procedimiento fue encabezado por el fiscal Abg. Elvio Aguilera.

El estudio permitió la detección de sustancias emergentes, algunas de las cuales no están reguladas en el país, pero que en ciertas regiones del mundo ya son catalogadas como nuevas sustancias psicoactivas (NSP).

Este informe constituye el primer reporte de identificación de Hexahidrocannabinol HHC y el Delta-8-Tetrahidrocannabinol acetato.

En Paraguay, aún se dispone de un marco regulatorio para el control del (HHC), sin embargo, el Delta -8- Tetrahidrocannabinol acetato está dentro del marco regulatorio de la Ley 1.340/88 y sus modificaciones.

En ciertos países de la Unión Europea son catalogadas como nuevas sustancias psicoactivas (NSP), por lo que su identificación y monitoreo, dentro de sistemas de alerta temprana, podría sentar las bases para generar conciencia de su circulación y el diseño de estrategias públicas para su control.

Es importante mencionar que las tareas de análisis se realizaron de manera coordinada con DINAVISA y los resultados mencionados ya fueron previamente remitidos al Ministerio Público.

El procedimiento consistió en determinar el lugar del que provenían dosis de chespi que circulaban en la zona. En ese propósito, trabajaron junto al fiscal Marco Amarilla.

El presunto distribuidor fue detenido e identificado como Pablo Ramón Chamorro, de 42 años, quien ofrecía las drogas a los estudiantes, vecinos y jóvenes, según la investigación.

Lo preocupante de la situación radicaba principalmente en que la comercialización de estupefacientes tenía lugar a pasos de una escuela y colegio en el barrio San Isidro, de la referida compañía luqueña.

En el trabajo operativo se colectaron todas las evidencias necesarias, entre ellas 9,1 gramos de crac, dinero en efectivo y un teléfono celular del cual se podrán extraer más datos útiles a la investigación.

Ya son varios los focos de microtráfico anulados en las cercanías de los portones educativos durante los últimos meses, así como también son varias las detenciones de personas que se ubicaban en las proximidades de los mismos para ofrecer droga.

El perfilamiento de encomiendas aéreas determinó que dos bolsas declaradas como alimento para peces, provenientes de Suiza, exhibían rasgos sospechosos, situación que fue comunicada a la fiscal Abg. Elva Cáceres para su inspección.

Las bolsas fueron llevadas hasta la Oficina de Atención Permanente del Palacio de Justicia y en presencia de la jueza Lici Teresita Sánchez, fueron registradas. En el interior hallaron que entre el alimento para peces, que ambos paquetes cargaban, se camuflaban 13 mil pastillas de éxtasis.

Pérdidas millonarias para los traficantes:

Según un análisis minucioso realizado por los antidrogas, el destino recurrente para la droga es la triple frontera desde donde se redirigen los envíos para la Argentina y el Brasil. El costo a nivel regional de este envío en particular puede alcanzar los 130 mil dólares.