El pequeño fallecido fue identificado por la Policía como Gabriel Ismael
Jara, quien murió ahogado en el caudaloso arroyo Yukyry que cruza por el
asentamiento Virgen de Caacupé.

El trágico suceso ocurrió este domingo a las 18:00, según el informe de
la Subcomisaría local.

Según testigos, una tía llevó al niño al lugar para bañarse y en un
descuido, cayó al agua, produciéndose su deceso. El cuerpito del Gabriel fue
encontrado a orillas del arroyo.

La Policía dio participación del hecho a la Fiscalía y a los peritos de
Criminalística. El médico forense del Ministerio Público precisó que la causa
de muerte fue a raíz del ahogamiento.

Una vez terminado el procedimiento fiscal y policial, el cuerpito del
pequeño fue entregado a los familiares.

Ante una multitudinaria presencia de los feligreses y las altas
autoridades encabezada por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, hizo
hincapié en la desigualdad social y económica, emergente de la corrupción
latente en los grandes estamentos de la nación paraguaya.

“Al mirar al interior de la sociedad, nos lastima la acentuada gravedad
de la crisis de la moral pública, privada, de la vida política y la
administración judicial, de la situación de injusticia social y económica”,
dijo tajante.

Valenzuela pidió de manera contundente poner fin a la «desvergonzada
corrupción e impunidad» e instó a no permanecer impasibles ante las
situaciones de injusticia.

“La ley no es igual para todos. Los políticos tienen sometidos a jueces
y fiscales mediante organismos manejados por ellos mismos, estamos al borde de
la justicia por manos propias” reflexionó el religioso, mientras era aplaudido de
forma incesante por los presentes en la Santa misa en honor a la Virgen de
Caacupé.

El presidente Mario Abdo Benítez, acompañado de su esposa Silvana López
Moreira, se mantuvieron de pie durante todo el oficio religioso. Tanto Marito
como Silvana portaban en sus manos un pañuelo celeste.

Por momentos, Abdo Benítez demostró incomodidad ante el encendido discurso
del monseñor Valenzuela. Durante la misa, el presidente se mantuvo extremadamente
serio y no acompañó ninguna de las oraciones litúrgicas, como sí lo hizo su
esposa Silvana.

Extrema violencia e inseguridad

Al tiempo de insistir al Poder Judicial a recuperar la credibilidad, sostuvo
que existe un malestar general de la ciudadanía ante la falta de enfoque en los
temas centrales tales como la falta de oportunidades, la violencia y la
inseguridad. «¡El pueblo está cansado!», exclamó ante la mirada fija
del mandatario y su gabinete.

Líder íntegro y honesto

En su extensa homilía, el religioso también apuntó a los malos frutos
que acarrea la falta de liderazgo en la conducción del país, realizando un
especial enfoque en la falta de integridad moral y honestidad.

«No hay árbol que empiece a morir de raíz», ejemplificando que
lo mismo ocurre con todas las instituciones públicas y hasta en las empresas
privadas.

«Un líder sin integridad, ni honestidad, es un líder débil, que en
cualquier momento se quiebra y se deshace porque acepta regalos y pierde toda
capacidad de mando e influencia», sostuvo.

Mea culpa de la Iglesia

Bajo el lema de este año «Abrazarse a Cristo Jesús»,
Valenzuela habló sobre los jóvenes y su falta de temor al sacrificio por los
demás.

El monseñor Valenzuela admitió que este año fue muy agitado para la
Iglesia Católica, donde algunos religiosos se apartaron del Evangelio
cometiendo abusos contra menores.

«La vida de sacerdotes y religiosos no siempre corre por los cauces
del Evangelio. Nos apartamos de ellos por nuestros errores y lo que es más
grave por la comisión de delitos como los abusos de menores. Por ello, una vez
más pedimos perdón, rogando que los delitos se denuncien ante la Justicia. La
Iglesia no es un lugar para delinquir», afirmó de manera tajante.

El magistrado fue salpicado en el caso del desalojo
encabezado por su sobrino contra la abuelita Irma Rojas. La propiedad en
litigio se encuentra en la zona de Zárate Isla, y durante un cuestionado
procedimiento la anciana fue desalojada y dejada en la calle.

A raíz de esta situación, la ciudadanía luqueña se
levantó contra el abogado Pablo Sanabria, quien se fue a patotear durante el
desalojo, ordenando a policías y al oficial de Justicia Óscar Núñez.

El magistrado fue salpicado y escrachado por los
ciudadanos indignados al igual que su sobrino, quien tuvo que renunciar al
mandato de la Inmobiliaria “EG del Sol”, que tiene el litigio con la abuelita.

Negó injerencia

“El abogado Pablo Sanabria Roa es mi sobrino. No puedo
negarle, verdad. Pero el trabajo que él hace dentro de la profesión escapa de
mi conocimiento”, comenzó diciendo el juez a la emisora local 94.7.

“Te digo con el corazón en la mano que yo no tengo
nada que ver con esta cuestión para orquestar el desalojo como están
manifestando en las redes sociales, que me perjudica de sobremanera y a veces
me quita ganas de trabajar”.

«Hace nueve años que estoy en la magistratura de Luque, estoy en mi ciudad, y a veces tengo que hace juego de cintura para no dar a los políticos que ellos quieren, y como la ley indica yo soy imparcial. Jamás me voy a someter a esa cuestión de esa naturaleza que de por sí es grave».

Escrachadores
contratados

«Si mi sobrino falló en algún momento dado en el procedimiento o lo que sea escapa de mi conocimiento. Tampoco se firmó acá en Luque a mi entender (la orden de desahucio contra la abuelita Irma Rojas), por lo que es irregular los que vienen a hacer los manifestantes, que de por sí yo digo que son personas contratadas. No son ciudadanos luqueños como dicen”, cuestionó.

Agregó que “los que más están viniendo (a los escraches) son sintechos de Costa Sosa, quienes están ocupando propiedades ajenas y a mi entender si no se erradica eso va a ser peor en nuestro país. Son ellos los que van a venir a dictar las resoluciones y para qué van a estar más los fiscales y jueces. De alguna forma fuimos nombrados para impartir justicia y así debemos actuar».

“Yo hasta hoy día he dictado más de 7 mil sentencias,
de los cuales 99% fueron confirmadas. Eso me da la tranquilidad que estoy
actuando conforme a la Ley, y le aclaro a esta gente que no tengo nada que ver con
esta cuestión de desalojo”.

Por lo tanto, pidió por favor a la gente que le dejen
de molestar y desafió sí tienen algunas pruebas en su contra, pues que los
presenten a las autoridades sí realizó ingerencias en el proceso.

“Yo no estoy apegado al cargo. Soy un profesional. He litigado durante 14 años en la profesión. Tengo vasto conocimiento y no tengo problemas para salir a litigar nuevamente como abogado. No estoy apegado al cargo. Me están perjudicando esa gente (escrachadores)», recalcó

El motociclista fallecido fue identificado como Hugo Alberto Espínola Pavón (38), mientras su acompañante Luis Garay, quedó gravemente herido.

La moto colisionó contra un camión transganado, al
mando de Emilio Maciel, quien fue detenido por orden fiscal.

Ambos vehículos circulaban por la ruta 3 Gral.
Elizardo Aquino, y al llegar a la intercepción de la calle Fernando de la Mora,
el camionero realizó un giro para continuar su camino, pero fue impactado
violentamente por el biciclo.

A raíz del violento impacto, el conductor de la moto
falleció en el lugar, mientras su acompañante fue derivado al hospital en grave
estado, informaron los policías de la Comisaría 9° de Limpio.

Atropellamiento

En otro accidente fatal reportado este jueves por la
Policía, resultó víctima Freddy Marín Centurión (27), quien fue atropellado y
abandonado en el ramal Areguá-Ypacaraí, jurisdicción de la Comisaría 36° Patiño.

Según la Policía, el transeúnte murió cuando iba rumbo
a su casa luego de una actividad cultural en una escuela cercana. El conductor
que produjo el accidente fatal se dio a la fuga.

Camión casi cae de viaducto

En otro percance registrado en Asunción, un camionero
perdió la dirección de su vehículo y subió sobre la baranda de protección de
seguridad del viaducto, ubicado sobre Madame Lynch y Santa Teresa.

El camión quedó prácticamente colgado por el cordón de
hormigón y por fortuna nadie resultó herido.

El conductor del camión fue identificado como José Darío Gavilán, quien manifestó que se dirigía hacia San Pedro, por la mencionada ruta cuando perdió la dirección y subió sobre la baranda de protección y por poco cae al otro carril.

En la oportunidad, el letrado sobrepasó incluso la
autoridad de policial, a cargo del Crio. Pinc. Víctor Vera, y del oficial de
Justicia Oscar Núñez, ordenando con tono prepotente sacar a las personas y sus
pertenencias hasta la calle.

En un momento dado, el abogado Sanabria incluso ordenó
derribar el alambrado para agilizar el desalojo, ejecutado en la zona de Zárate
Isla, Luque.

Pablo Sanabria es representante legal de la
Inmobiliaria “EG del Sol”, que mantiene un litigio judicial con el esposo de la
mujer y músico luqueño Félix Valois Franco.

La orden de desahucio fue contra el músico, pero él ya
no vive en el lugar hace tiempo, según su nieto Germán Espínola.

La abuelita a su vez tiene otro proceso judicial
contra la empresa representada por Sanabria.

Sin embargo, de igual forma consiguieron que el juez
en lo Civil y Comercial de San Lorenzo, Gustavo Chilavert, firmara una orden de
desahucio, desacatando la orden impuesta por otro magistrado que le dio lugar a
la demanda de la esposa del músico.

Durante el desalo también echaron la antigua casa de
la abuelita, dejándola en la calle. A raíz de esta situación la víctima tuvo
que ser internada debido a que se le subió su presión y se desmayó, durante el
procedimiento irregular.

Reacción
ciudadana

El cuestionado procedimiento judicial y policial
desencadenó en una multitudinaria manifestación contra el abogado Pablo
Sanabria Roa. El escrache se realizó en la tarde-noche de este domingo frente a
la casa del letrado, ubicada en Yka’a, de Luque.

Los luqueños indignados por el atropello del que fue
víctima la abuelita, se autoconvocaron y escracharon a Sanabria, quien mandó
colocar un camión frente al acceso de su residencia para tratar de eludir la
movilización.

Los manifestantes llegaron de igual forma y lanzaron
huevos, pepel higiénico y basura en el patio del abogado, en repudio a su
actuación en la intervención poco feliz que realizó la semana pasada con
complicidad policial y judicial.

Más de 300
manifestantes autoconvocados por las redes sociales se juntaron en la céntrica
Avenida Corrales, de Luque, y de ahí partieron rumbo a la casa del abogado
Pablo Sanabria, representante legal de la Inmobiliaria “EG del Sol”, que
mantiene un litigio contra el músico luqueño Félix Valois Franco, esposo de la
abuelita desalojada.

Los
escrachadores, liderado por el activista social Nelson Peña, “visitaron” la
casa de Sanabria, ubicada en la compañía Yka’a, de Luque.

Los
indignados acudieron al lugar con pancartas y  pasacalles con reclamos al abogado por su
cuestionada actuación. Desde la calle lanzaron huevo y papel higiénico al patio
de la vivienda. Fue imposible comprobar sí el sobrino del juez se encontraba o
no en su casa.

En el lugar
se hizo presente una fuerte dotación policial, y un camión tumba fue
estacionado frente al acceso a la vivienda, con la intención de evitar el
escrache.

Según los
antecedentes, el abogado Pablo Sanabria, en representación de la firma
inmobiliaria, junto al oficial de Justicia Óscar Núñez, y el comisario Víctor
Vera, desalojaron y dejaron en la calle a la esposa del músico luqueño.

En la oportunidad
echaron la antigua vivienda de la anciana con un tractor.

Según la
denuncia, el abogado Pedro Sanabria actuó con prepotencia y ordenó desalojar a
la señora Irma Concepción Rojas, quien tuvo que ser internada a raíz de la
penosa situación que le tocó vivir.

La orden de
desalojo fue firmada por el juez de San Lorenzo, Gustavo Chilavert.