La obesidad es una enfermedad que tiene tratamiento y cura

La obesidad tiene tratamiento”, resaltó la Dra. Sussam Benítez, especialista de la Unidad de Obesidad.

Está conformado por un equipo multidisciplinario que atiende al paciente con obesidad desde todos los ámbitos, con los especialistas en endocrinología, cirujano bariátrico, nutricionistas, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas implicados en el proceso.

La idea es que ingresen al tratamiento aquellas personas que precisen bajar de peso y que reúnan criterios para cirugía bariátrica.

“El paciente con obesidad tiene muchas aristas a tratar, atendiendo a que es una enfermedad considerada crónica multifactorial y necesita un seguimiento a largo plazo. El paciente obeso debe ser asistido de manera crónica y en ese sentido, se creó la Unidad de Obesidad. La obesidad tiene tratamiento”, resaltó la Dra. Sussam Benítez, especialista de la Unidad de Obesidad.

Indicó que reciben al paciente con obesidad a partir de grado II para arriba, con índice de masa corporal de 35 o más, contemplando sobre todo, los casos de obesidad grado II, grado III,  mórbida y súper obesidad, que son los pacientes que requieren de más atención. Se evalúa con el peso y la talla del paciente, se hace el cálculo que arroja un número, que sería más de 35 IMC, para que pueda ingresar a la Unidad de Obesidad.

“Hoy día tenemos más herramientas para tratar la obesidad, sobre todo en el sentido de medicamentos nuevos, aprobados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés, para uso a largo plazo en obesidad y que tienen resultados prometedores. La medicación debe ser prescripta por el médico tratante, pues cada paciente es individualizado y de acuerdo a sus características clínicas”.

Con la medicación se busca que el paciente adquiera hábitos saludables tanto en la alimentación y cambio en el estilo de vida realizando actividades físicas, de modo a que sostenga el peso perdido con el paso del tiempo. 

Cirugía bariátrica

Por su parte el Prof. Dr. Agustín Rodríguez, cirujano y especialista de la Unidad de Obesidad, mencionó que entre los candidatos para la cirugía bariátrica está la persona obesa con grado III e IMC de 40 o más, la persona obesa grado II que se acompaña con una enfermedad metabólica y este en relación con la obesidad.

Luego de la cirugía, el paciente debe continuar el tratamiento, a través del equipo multidisciplinario que ofrece la unidad de Obesidad. Se ofrecen dos tipos de técnicas, de acuerdo a cada paciente, sea la manga gástrica o el bypass gástrico. 

Es importante tener en cuenta que las consultas son gratuitas y la cirugía tiene arancel hospitalario. En tanto los insumos deben ser gestionados por el paciente, a través de fundaciones o costear personalmente.

La Unidad de Obesidad en consultas de todas las especialidades que abarca, atiende de forma mensual un promedio de 300 pacientes. Los agendamientos se realizan únicamente del 01 al 10 de cada mes, de 08 a 12 horas, de lunes a viernes.

Se exceptúan embarazadas, pacientes renales y pre quirúrgicos que sí pueden agendarse durante todo el mes vía WhatsApp 0983 – 617833 o presencial en la Secretaría (mismo horario), 4to.. piso.




La obesidad y diabetes, epidemias que disparan la patología de hígado graso

Dr. Marcos Gírala.

“La patología que más refiere consultas en el área de hepatología, es la cirrosis hepática. Además de otras patologías que no están en estadio cirrótico y que se pueden tratar para evitar llegar a la cirrosis”, mencionó el Prof. Dr. Marcos Gírala, Hepatólogo del Dpto. de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva.

Señaló que en el año 2019, las estadísticas del área refirieron que el 50% de los pacientes cirróticos fueron a consecuencia del consumo de alcohol; el 20% por hepatitis autoinmune, el otro 20% fueron de pacientes con hígado graso que evolucionaron a la cirrosis. En tanto, el porcentaje restante fue una mezcla de hepatitis virales y otras causas.

Hígado Graso 

El docente explicó que el hígado graso es la consecuencia de un estado general que la persona pasa, sea por sobrepeso, falta de ejercicios físicos, grasa abdominal, colesterol, triglicérido, glicemia, presión arterial. Como efecto de todos esos elementos el paciente termina acumulando grasa en el hígado.

El hígado graso se convirtió en una de las principales causas de cirrosis en los países desarrollados, donde hay muchos problemas de obesidad; los virus tienen tratamientos, pero el hígado graso no.

“La grasa en el hígado puede ser inofensiva y servir de aviso de que ese paciente puede estar en riesgo de tener un infarto o un problema vascular, porque todos estos factores llevan también a problemas cardiovasculares. En otros, en menor porcentaje, la grasa puede comportarse de una manera agresiva para el hígado y generar una cirrosis hepática muy parecida a la que tiene el que ingiere mucho alcohol, o el que tiene hepatitis autoinmune o hepatitis viral”.

El profesional refirió que a lo largo de estos últimos años se fueron dando cada vez más cambio con el estilo de vida. Cada vez más personas sedentarias que terminaron cursando epidemia de obesidad, epidemia de diabetes y a esas dos epidemias acompaña la epidemia del hígado graso. El hígado graso no tiene síntomas, sino son estos factores de riesgos los que se deben tener en cuenta.

“Indistintamente hoy día el hígado graso es la patología más frecuente en niños y adultos en el mundo occidental, y se estima que una de cada tres personas en el mundo occidental tiene hígado graso, es realmente una epidemia”, explayó.

La mayoría de los pacientes que no se cuidan, más que dañarse el hígado, tienen probabilidad de dañarse el aparato cardiovascular, las arterias, el corazón. Es mucho más frecuente que una persona con hígado graso tenga un infarto a que tenga cirrosis, un ACV a que tenga cirrosis.

Cabe mencionar que los consultorios de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva, atienden previo agendamiento, que se da directamente, de manera presencial, en secretaría del departamento.