“Es un milagro que esté viva”
Dijo que superó momentos críticos, debido a que en el hospital de Luque le dieron solo 5% de continuar con vida.
La joven fue atropellada por mariachi Roberto Riquelme Zárate frente a su lugar de trabajo, en Cañada Garay, de la ruta Luque-San Bernardino.
Confesó que despertó luego de seis días y se aferró a Dios, quien le demostró su amor infinito.
A continuación compartimos su testimonio
«Aquel 26 de Agosto del 2023 (Hoy hace 2 meses) Dios me daba una de las batallas más difíciles tanto a mí, como a mi familia, en el momento menos esperado, dónde todo se volvía oscuro esperando a que sea solo un mal sueño».
«Ese sábado fue totalmente crítico, entré a Terapia Intensiva, estuve entubada con cablerios por todo el cuerpo, con fracturas múltiples y por ende los diagnósticos que daban los médicos no eran nada alentador, me daban 5% de vida y mi familia tenía que estar preparada para cualquier cosa que suceda».
«Pasaron los días y todo seguía igual hasta que en el día 6 desperté y ahí fue que supe que aún tengo cosas por hacer en esta tierra»!.
«Desde el día 1 sentí el cariño y el apoyo de toda la gente de mi entorno, de mi barrio, de mi ciudad y porque no de todo un país, con cada oración que elevaban al cielo. Eso me mantuvo fuerte y es ahí donde Dios me demostró nuevamente su amor infinito y su milagro, porque nunca me abandonó y fue él quién obró para que hoy yo esté contando este testimonio».
«Nunca perdí la fe de que todo iba a estar bien, que todo siempre pasa por algo y para algo. No fue para nada fácil esos 38 días de internación pero verles a mis padres al pie del cañón día a día fue mi motivación para recuperarme cada vez más rápido, tenía que estar bien por ellos».
«Habían días grises, con mucho dolor dónde sin entender me hacía muchas preguntas del porqué tuve que pasar por todo eso, del porqué a mí, cuándo solamente Dios sabe del porqué de las cosas, y me demostraba lo fuerte que podía llegar a ser y nuevamente debía recargar energía y seguir, por mí, por mi familia y por toda esa gente que estuvo conmigo sin importar el calor, el frío o días de lluvia».
«Hoy por hoy estoy un 90% recuperándome siempre de la mano de Dios, con fortaleza y muchísimas ganas de volver a caminar y recuperar lo que alguna vez fue mi vida, de volver a la Iglesia donde siempre pertenecí, compartir la mesa con mis padres y mi familia, volver al trabajo, retomar mis estudios y por supuesto como cada domingo ir a alentar a mi querido Club Unión Agrícola».
«Estas fechas siempre van a ser más bien de agradecimiento porque lo que sucedió conmigo no fue para nada fácil.
Y no menos importante a todas las personas que van a manejar sean prudentes, cuiden sus vidas y la vida de los demás porque una irresponsabilidad puede en un segundo matar y destrozar la vida de alguien más».