Este domingo, la mano solidaria a
través de la olla popular llegó al barrio San Antonio, específicamente en la
capilla del mismo nombre. En la oportunidad cocinaron para 400 platos que
fueron entregados en la comunidad.

El menú consistió en un exquisito
tallarín con carne vacuna,  salsa y mandioca.

Las actividades realizan mediante la
colaboración de personas de buen corazón, aportando víveres y donando dinero en
efectivo para comprar los ingredientes para llevar adelante las exitosas ollas
populares.

Según los organizadores, el objetivo es
brindar asistencia con alimentos a las personas carenciadas del distrito
guaireño.

Los jóvenes también ayudaron a una
señora de la comunidad de San Benito, que sufrió el incendio de su vivienda.
Mediante el apoyo de los pobladores se pudo reconstruir la casa y le dotaron de
la parte eléctrica para la vivienda.

“Queremos agradecer a todos los que están ayudando a reconstruir la casa de una señora de nombre Mirian Silvero, que sufrió un triste accidente en la zona de San Benito”, según publicaron en la página oficial de Facebook https://www.facebook.com/jovenessolidarios2020/?ti=as

Agregaron que el grupo de jóvenes de
Gral Eugenio  A. Garay hizo llegar varias
donaciones hechas por personas de gran corazón, consistentes en alimentos no
perecederos, ropas, utensilios de cocina y algunos muebles.

“También gracias a sus aportes pudimos comprar materiales para la instalación eléctrica y su posterior instalación”, señala la nota. Igualmente, destacamos el gran aporte que hicieron las damas del grupo que se encargaron de hacer el almuerzo para los que estaban trabajando en la obra y para varias familias de la mencionada localidad.

El personal policial
acompañado de la asistente fiscal Liliana Cubilla  allanó una vivienda en la compañía Florido, de
Eugenio A. Garay, donde se incautó de su poder un arma de fuego calibre 22 con
cartucho sin percutir, un aparato celular Samsung J2, una motocicleta Honda,
tipo Titán, de 125 cc (presumiblemente mau), y 250 gramos de hierba narcótica.

Los intervinientes sorprendieron
al buscado por el crimen de Aldo Paiva. En el interior de la casa encontraron
los objetos incautados, que luego fueron trasladados hasta la base del
Departamento de Investigaciones, de Guairá.

El propio director de
Policía departamental, el Crio. Gral. Carlos Cáceres, encabezó el procedimiento
policial para aclarar el alevoso crimen ocurrido la semana pasada.

El sospechoso, por su
parte, quedó a disposición del Ministerio Público de Villarrica, informó la
Policía.

Según los antecedentes, el
cuerpo del joven Aldo Paiva, fue hallado cerca del puente del arroyo Pirapó,
hace cocho días.

Al principio, la Comisaría
17ª local comunicó un fatal accidente de tránsito, pero luego los peritos de
Criminalística confirmaron que se trató de un homicidio doloso.

El joven acusó disparo en
la cabeza mientras iba a bordo de su motocicleta. A raíz del impacto, perdió la
dirección y salió de la ruta, yendo a chocar con mucha fuerza contra un árbol.

Según vecinos, los disparos
ocurrieron en la noche del jueves y el cadáver fue hallado en la mañana del
viernes de la semana pasada.

Él o los autores del crimen
no robaron las pertenencias de la víctima.

Investigación

El comisario Cáceres ordenó la pesquisa a los agentes de Investigaciones, quienes lograron identificar al tal “Ía” como principal sospechoso. Se supo que lo venía amenazando de muerte.

Luego lograron
identificarlo y se solicitó la orden de allanamiento para capturarlo.

El jefe de Comisaría de
Gral. Eugenio A. Garay, el suboficial principal Derlis Castillo, fue apartado
de la pesquisa contra Romero Perdomo, a raíz de que presuntamente venía
brindando protección al sospecho, quien a su vez, surge como autor de varios
otros hechos delictivos en la zona de Garay, pero jamás ni siquiera fue “molestado”
por los agentes de la comisaría local, según la investigación.

Además, se investiga a través de Interpol, sí el ahora detenido es fugado de una cárcel de Buenos Aires, Argentina.

Tras regresar de la Argentina, el tal «Ía» como se lo conoce en el pueblo, habría comenzando a distribuir drogas y a «incursionar» en abigeato, y reducción. El año pasado acuchilló a un argentino radicado en Garay, pero con orden de captura en su país por homicidio de su propio suegro.