El niño de 12 años, quien cursa el sexto grado en la
Escuela San Luis Gonzága, recibió en la tarde de este martes su alta médica, y
retornó a su vivienda de la compañía Costa Sosa, de Luque.
Su madre, explicó que el niño tuvo un corte en la
cabeza a raíz del violento impacto.
Indicó que se le practicó el estudio de tomografía y el
resultado señala que no tuvo golpe ni sangrado interno. El director del
Hospital de Luque confirmó sobre el alta del paciente.
El conductor de la camioneta involucrado en el terrible
accidente, Luis Miguel Benítez, ayudó a su víctima y dio negativo a la prueba
de alcotest que se le practicó, informó el comisario Osvaldo López, titular de
la Comisaría 3ª de Luque.
Escolar fue atropellado en cruce sin señalización y sin agentes de Tránsito
El niño que cursa el sexto grado, se dirigía a la Escuela San Luis Gonzága para asistir al turno tarde, pero cuando intentó cruzar la ruta intermunicipal Las Residentas, en su intercepción con la calle Santo Rey, de la compañía Costa Sosa, fue embestido violentamente por una camioneta al mando de Luis Miguel Benítez, quien se dirigía a Areguá.
A raíz del violento impacto, el escolar fue lanzado al
pavimento, yendo a quedar en el carril cotrario. Tuvo un importante corte en la
cabeza, y fue auxiliado y derivado por los bomberos hasta el Hospital General
de Luque, en donde recibió la atención médica.
Luego de controlar el sangrado y realizar la sutura de
la herida, el niño fue derivado hasta el Hospital de Trauma, en Asunción, para
realizar la tomografía, de modo a confirmar o descartar golpes o sangrado
interno. El tomógrafo del Hospital de Luque
se encuentra fuera de servicio, según pudimos averiguar con los familiares.
Peligro
constante
Los familiares del niño y vecinos de la zona
coincidieron en señalar que resulta muy peligroso el cruce que une Las
Residentas y Santo Rey.
En el sitio no hay señalizaciones algunas para alertar
a los conductores de manera a reducir la velocidad o para tomar precaución.
Los agentes de la PMT de Luque aparecen esporádicamente
para dirigir el tránsito y ayudar a los niños y vecinos a cruzar la peligrosa
arteria.
Exitoso cierre del programa “Leo, Pienso y Aprendo”
En la ocasión, demostraron las producciones de cuentos,
lecturas, acrósticos, descripciones, palabras, oraciones, párrafos,
matemáticas, redacciones de textos breves, y presentaciones de maquetas de
animales de granja; planetarios, dinosaurios y dramatización de cuentos.
El sencillo pero emotivo acto se realizó este martes con
la participación de los padres de alumnos, representantes de la Supervisión
Zona 1-Región 9, y la directora de la institución, Perla Romero.
Interesantes
proyectos
Los chicos del primer grado, a cargo de la profesora Diana González, presentaron el proyecto
denominado “Me divierto aprendiendo”.
En la ocasión, realizaron la dramatización del cuento “La Cenicienta”.
Entretanto, los niños del segundo grado, a cargo de la
maestra Karina Díaz Bracho,
elaboraron el proyecto “Me valoro”,
destacando el análisis de textos del programa LPA.
Por último, los alumnos del tercer grado, bajo la
dirección de la docente Raquel Valiente,
presentaron los trabajos denominados “El
planetario”, “Los dinosaurios”, “Comunicación y producción de cuentos”, “Matemáticas” y “Artística”.
En la oportunidad, los chicos presentaron los trabajos
en forma conjunta, demostrando lo aprendido en la primera etapa del programa
LPA.
En ese sentido, la educadora explicó que el objetivo
del curso es aprender todos juntos, mediante un aprendizaje significativo de la
exposición de los temas desarrollados en el cierre de unidades del primer ciclo.
“Los propios alumnos realizan sus proyectos y llevan a
la práctica, mediante la exposición”, sostuvo.
Los padres
apreciaron el desempeño de los creativos alumnos, quienes defendieron sus
respectivos proyectos, demostrando amplios conocimientos y seguridad durante la
exposición en sus respectivas aulas.
La interesante actividad pedagógica concluyó con la
presentación artística a cargo de la alumna del tercer grado, Selene Fiorella
Espínola Centurión, quien deleitó a los presentes con la música paraguaya “Che
sy mi porá”.
Estudiantes luqueños recuerdan el Día Nacional contra el abuso infantil
Por su
parte, los alumnos recrearon los tipos de abusos más frecuentes para enseñar a
los chicos y a los padres a estar alertas ante algún caso sospechoso. El
proyecto busca sensibilizar a la comunidad educativa con una educación integral.
En ese sentido, la profesora Raquel Valiente, encargada del proyecto denominado “Niños con voces”, empleó el uso de muñecos “Aramí” y “Amarú” (hablan en guaraní y español) para demostrar los tipos abusos y como se puede prevenir y denunciar los hechos.
Otro
proyecto elaborado y encabezado por la Lic. Zunilda Centurión, denominado “Mi vida y mi seguridad”, fue enfocado a
los adolescentes del tercer ciclo como medida preventiva ante el peligro en el
que están expuestos tanto en la escuela, iglesia, parque, canchas y calles.
Ambos proyectos
pedagógicos cuenta con el apoyo del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, a
través de la Ley N° 1.680, en alianza con el Ministerio de Educación y Ciencias
(MEC) para poner fin al abuso y explotación sexual a niñas, niños y adolescentes.
Las
denuncias se pueden realizar al 911 de la Policía Nacional, la Comisaría más
cercana, la CODENI del Municipio jurisdiccional, la Fiscalía, la Defensoría de
la Niñez o llamando gratis al 147 que es el teléfono de ayuda a la niñez y la
adolescencia.
Datos preocupantes
El Ministerio
de la Niñez recientemente brindó detalles en cifras sobre el abuso sexual en
los últimos años que según datos de la Fiscalía, en el 2018 se tuvieron 2.608
denuncias, en los primeros cuatros meses del 2019 – de enero a abril – ya son
975. Esto refleja claramente que las denuncias se han incrementado, lo que no
quiere decir que el número de casos se haya incrementado, sino que está siendo
desnaturalizado y denunciado.
El 80% de
los casos de abuso sexual ocurren en el entorno cercano del niño o adolescente,
siendo reportados como agresores el padrastro, padre, tío, padrino y otros
miembros cercanos de su círculo y su familia, que es el espacio que por ley
debe ser de protección natural para ellos; por lo cual, requiere de una
sensibilidad social el poder detectar estos hechos que ocurren muy cerca y no
son evidenciados porque son vistos como normal, y por tanto no son denunciados.
Un dato
sumamente preocupante también es el número de nacidos que se dan como fruto de
ese abuso. En el año 2017 hubo 614 niñas madres – según datos cruzados del MSP
Y BS y el Registro Civil – y en los últimos tres años ese promedio no ha bajado
de 600. Fueron 650 en el 2015; 634 en el 2016.