Los delincuentes llegaron al local comercial a bordo de un automóvil, alrededor de las 19:45, de este martes, señala el informe policial de la Comisaría 3ª Central. El monto del botín robado ronda los 60 millones de guaraníes, según el comerciante afectado.

Resultaron
víctimas el comerciante Mario Rosales Pintos, de 39 años, propietario del
Autoservice “Rosales”, domiciliado en el lugar; Sara Ediht Escobar Espinoza, de
18 años, y Cynthia Carolina Cubilla, de 32 años, ambas empleadas del comercio.

EL ASALTO

Se
tuvo conocimiento del asalto vía frecuencia radial por el centro de operaciones
policiales (Base 3-911), acudiendo inmediatamente al lugar el oficial Édgar
Ferreira y del suboficial Alexander Gómez.

Los
patrulleros conversaron con el propietario del negocio, Marco Rosales Pintos, quien
manifestó de que se encontraba en el citado local comercial, momento en que irrumpieron
los delincuentes armados y luego de tomar de rehenes a las empleadas, exigieron
la entrega del dinero, producto de la recaudación del día.

Uno de los asaltantes, a punta de arma de fuego, llevó al dueño del comercio hasta el dormitorio de su vivienda para luego apoderarse de la recaudación, cuyo monto de guaraníes no se precisa.

Una vez concretado el asalto, los delincuentes huyeron del lugar a bordo de un automóvil de color oscuro. El millonario asalto quedó grabado a través de las cámaras de circuitos cerrados del local.

Luego,
se convocó a los agentes de Criminalística y de Investigaciones para el trabajo
de campo y de pesquisa. El hecho fue comunicado a la fiscal de turno, Sophia
Galeano.

La comida se elaboró a base de menudencias vacunas para cambiar de menú de tallarín con pollo que suelen cocinar en la Plaza Santo Rey, de la citada compañía luqueña.

El trabajo es intenso desde que comenzó la pandemia para ayudar a los vecinos más necesitados con la olla popular, explicó la vocera del grupo Guillermina Guzmán.

Según Guillermina Guzmán, atraviesan un momento crítico
con la pandemia y necesitan la ayuda de personas de buen corazón para continuar
asistiendo a los vecinos más vulnerables, mediante la olla popular.

Más de trescientas familias están en plena
incertidumbre, ya que son de escasos recursos y no tienen la manera de
abastecerse para continuar con las ollas populares.

Según Guzmán, con la ayuda de vecinos y comerciantes
comenzaron con 150 platos, en la segunda oportunidad llegaron a 289 familias,
mientras el tercero y último alimentaron a 350 familias.

Sin embargo, quedaron sin la posibilidad de seguir
brindando la ayuda con almuerzo a personas que atraviesan momentos difíciles
por la pandemia del coronavirus, debido a que la mayoría cuentan con trabajos
informales.

Las ollas populares comenzaron desde el momento en que se instaló el coronavirus en Paraguay. Ahora, la falta de provisiones para preparar las comidas es el problema.

Los integrantes luqueños de la Asociación Paraguaya de Asadores Teeté, liderado por su presidente Hugo Adorno, colaboraron con los vecinos y se encargaron este lunes de cocinar tallarín con carne de pollo en la Plaza San Juan (Los Inmigrantes casi Las Residentas, Luque) para unas 200 personas.

Los ingredientes fueron donados por los vecinos, además de los jóvenes del
grupo denominado “Pikis Cero J.A.S”, y la concejal Belén Maldonado.

Cada plato de comida estaba acompañado con un vaso de
jugo natural y panificado.

Los alimentos fueron entregados en el asentamiento “Juana María de Lara”, en las
inmediaciones de la Escuela San Luis Gonzaga, para evitar aglomeración de
personas en la Plaza San Juan.

Cabe mencionar que la crisis instalada por el Covid-19
y el paro sanitario lleva a situaciones extremas a ciudadanos en situación de
vulnerabilidad.

Los más afectados con el paro por la cuarentena son los
trabajadores informales, que sobreviven el día a día, en su mayoría de los
barrios, compañías, asentamientos y comunidades indígenas de Luque.

Los beneficiados agradecieron el gesto solidario de los
vecinos, por qué la lucha contra “el mal del momento” se vuelve cada vez más
complicada, debido a que el hambre no espera.

El fallecido fue identificado como Domisiano Sosa Cañete, de 72 años. En principio intervinieron agentes de la Comisaría 3ª de Luque. Luego se convocó a la Fiscalía y a los peritos de Criminalística para el levantamiento del cadáver, informó el comisario principal Osvaldo López.

El hallazgo se produjo en la tarde de este lunes, alrededor de las 15:30, en la casa ubicada en Enrique Núñez casi Santo Rey (inmediaciones del Balneario 5 Estrellas), agregó el comisario López, de la Tercera Central.

Se
dio intervención a la fiscal Sandra Ledesma, de la Unidad N° 4, de la Fiscalía
de Luque, quien dispuso que el cadáver sea trasladado hasta la Morgue Judicial,
en Asunción.

De
esta manera, tras la autopsia se podrá conocer sí fue asesinado, se quitó la
vida o haya tenido una muerte natural, informó el comisario López a Luque
Noticias.

El
levantamiento del cadáver se realizó con presencia de técnicos de Criminalística
de modo a colectar algunas evidencias del lugar.

Según
vecinos, el hombre vivía solo en la casa, y se desempeñaba como encargado de la
misma.

Se
presume que ya lleva días de haber producido su muerte, teniendo en cuenta que
el cuerpo se encuentra en avanzado estado de putrefacción, informaron.

El cadáver del militar de 21 años, fue encontrado cerca
de las 01:00, en el río Paraguay, en la zona de la Bahía, de Asunción.

El reporte preliminar indica el deceso fue por
ahogamiento. El fallecido era instructor militar de la Marina y, cuando ingresó
ayer al mediodía para ejemplificar un ejercicio, no volvió a emerger del agua,
según se supo.

El joven militar era luqueño. La casa de sus padres se
encuentra en Costa Sosa, Luque.