“Quedaron
destrozadas nuestras calles. Pedimos ayuda a la Municipalidad de Luque, pero no
recibimos ningunas respuestas. Estamos detrás de la parada de Línea 30 Amarillo,
en zona de Costa Sosa, fracción Puerto Esperanza”, explicó Margareth Domínguez.
Según
la mujer, las calles quedaron intransitables tras las últimas lluvias.
Los
caminos que sirven de accesos a la comunidad quedaron convertidos en verdaderos
zanjas.
La
caravana se inició en Costa Sosa, cerca de la Remonta, y se dirigió hasta la
capilla Santo Rey, cerca de la parada de la Línea 30.
La
fiesta patronal en Costa Sosa se realiza cada 6 de enero, coincidentemente con
el Día de Los Reyes Magos.
La
dueña de casa y vecinos de la citada compañía luqueña llevaron adelante la
fiesta patronal en modo Covid-19.
En la mayoría de los hogares prepararon el karu guasu para compartir con los familiares y vecinos.
El asalto y crimen ocurrió en la siesta del miércoles a orillas de un arroyo, detrás de la Capilla Santo Rey, jurisdicción de Costa Sosa, Luque.
El joven se encontraba en un vehículo descansando, cuando fue sorprendido por los delincuentes, quienes le exigieron la entrega de su aparato celular y billetera.
Al parecer, la víctima se resistió y fue acuchillado. Luego intentó recuperar sus pertenencias, pero se desplomó a unos 30 metros del lugar del violento atraco.
La Policía inició una redada por la zona y pudo aprehender a los principales sospechosos.
Uno de los detenidos, Diosnel Gómez, confesó que participó del mortal asalto y llevó a la Policía hasta el lugar donde tiró el cuchillo con el cual ultimó al trabajador.
Este jueves ambos jóvenes, conocidos consumidores de drogas y con antecedentes penales, fueron imputados por la fiscal Sandra Ledesma.
Los
sospechosos fueron identificados como Diosnel Benjamín Gómez González, de 22
años, domiciliado en 3 de Mayo, Luque, quien cuenta con arresto domiciliario
por exposición al peligro en el tránsito terrestre, y Hugo Andrés Giménez
Gómez, de 19 años, domiciliado en Cañada San Rafael, de ésta ciudad, quien
registra antecedente por Transgresión a la Ley Armas, año 2019, según el
informe policial.
El
dúo fue capturado horas después del crimen del joven Gabriel Bobadilla Contreras, de 20 años, quien fue asesinado a
orillas del arroyo que cruza por Costa Sosa, detrás de la Capilla Santo Rey.
Bobadilla
trabajaba para la empresa “InterSat” SA y estaban realizando el cableado de
internet para la telefonía Tigo, cuando ocurrió el hecho en la tarde de este
miércoles, después de las 15:00.
Según
testigos, el joven se encontraba descansando a bordo de un camioncito, cuando
fue sorprendido por los ladrones, quienes le exigieron la entrega de sus
pertenencias como billetera y aparato celular.
Aparentemente,
la víctima se resistió y fue acuchillado. Luego persiguió a sus asaltantes y
cayó muerto a unos 30 metros del lugar del asalto.
En
la escena del crimen se encontró su aparato celular. Luego se dio intervención
a la fiscal Sandra Ledesma. La Policía inmediatamente procedió a rastrillar la
zona.
Horas
después se comunicó la aprehensión de los jóvenes, quienes surgen como
principales sospechosos del mortal asalto que sacudió la tarde luqueña.
Ambos
fueron trasladados hasta la base policial, a disposición de la Fiscalía.
La víctima falleció a raíz de una cuchillada en la zona abdominal, según el informe forense. El cuerpo fue entregado a los familiares.
El
propietario del inmueble no fue localizado durante la fiscalización que
realizaron este miércoles en forma sorpresiva.
La tala
ilegal de árboles se realizó en pleno vecindario de Costa Sosa, según informaron.
La
Dirección de Medio Ambiente recibió la denuncia vía WhatsApp. Ahora tratarán de
identificar al responsable.
Previamente,
los fiscalizadores también estuvieron verificando otros inmuebles en Marín Ka’aguy,
en donde la inmobiliaria EG del Sol, de Esmilce Giménez, realizó la tala ilegal
de 50 árboles nativos.
Los casos
son elevados a la Asesoría Jurídica de la Municipalidad para aplicar la multa o
presentar la denuncia por delito ambiental en la Fiscalía contra los
responsables.
El
abogado Amado Benítez denunció ante la Fiscalía que la semana pasada, una turba
liderada por el funcionario de Copaco, junto a su tío Román López, y sus primos
Miguel Ángel López y Noelia López, atropellaron y amedrentaron a sus clientes
con intenciones de adueñarse de terrenos asentados en la zona de Costa Sosa.
Los
hechos punibles denunciados ante la fiscal
Sophía Galeano son: “Invasión de inmuebles, coacción grave, privación ilegítima
de libertad, amenaza de hecho punible y lesión”.
INTERRUMPEN
EN REUNIÓN
Este
domingo, los propietarios de los terrenos mantuvieron una reunión con el
abogado Benítez para proseguir con la denuncia penal contra la familia López.
La queja vecinal fue transmitida por un canal de televisión.
Sin
embargo, el mismo grupo irrumpió en la reunión para amedrentar a los
propietarios, muchos de ellos siguen pagando sus cuotas a la inmobiliaria.
En
la ocasión, Román López presentó un título que data del año 1944, a nombre de
su difunda abuela Hermógena de López, alegando ser el “único heredero”.
Según
el abogado, dicho documento ya no tiene validez, pero López insiste en que le
pertenece el inmueble de 44 hectáreas, prácticamente ocupado en su totalidad
por los dueños de terrenos.
Pero
López busca quedarse con los terrenos que aún permanecen baldíos.
Los
dueños alegan que compraron los terrenos de inmobiliarias que operan en la
zona.
El
conflicto vecinal data del año 2010, según explicó el abogado Amado Benítez.
Por
su parte, los afectados radicaron denuncias contra Román López en las diversas
unidades de la Fiscalía de Luque, pero llamativamente sus reclamos no prosperan.
Según
la Policía, Román López, cuenta con antecedentes por invasión de inmuebles
entre otros hechos punibles.
Uno
de los afectados, Santiago Martínez, criticó la inacción de la inmobiliaria
Atalaya Inmuebles SRL. Explicó que la firma prácticamente se desentiende de la
situación que están atravesando sus clientes.
“Somos
avasallados, pese a que contamos con los documentos pertinentes de la
propiedad. Nos sentimos indefensos, mientras los invasores actúan con violencia
y nadie no nos hace caso, tanto la Fiscalía como la Policía y la propia
inmobiliaria”, según denunció.
El propietario agregó que fue expulsado de su propiedad la semana pasada, cuando intentó amurallar su terreno. “Llegaron armados y actuaron con mucha prepotencia. Nos sacaron del terreno que estoy a punto de pagar todo. El funcionario de Copaco encabezó al grupo”, dijo.
