Llegaron tractores y empezaron a cavar tres fosas
comunes, cuando provino la reacción de los vecinos.

Según la denuncia, llegaron dos ambulancias y
rápidamente enterraron uno de los cuerpos.

A raíz del llamativo procedimiento con maquinarias, los
lugareños acudieron al lugar a reclamar al jefe de Transporte de la
Municipalidad de Luque, Hermes Centurión, quien no contaba con orden de
trabajo.

Por su parte, el encargado del cementerio de Monte
Alto, Hilario Gómez, explicó que él solicitó la presencia de las maquinarias
supuestamente por que el terreno no se puede cavar a raíz de que se trata de
una zona con mucha piedra.

A su turno el comisario Feliciano Ferreira, subjefe de
la Comisaría 3ª de Luque, explicó que fueron a brindar apoyo a la comisaría
jurisdiccional de Tarumandy, teniendo en cuenta que está prohibida la aglomeración
de personas.

Los vecinos no creen en la versión de los funcionarios
ni de la Policía y el temor sigue vigente en la zona de Tarumandy, que se niegan
que se utilice el cementerio de la zona para enterrar a víctimas fatales del
Covid-19.

El jefe de la Essap de Luque, José González, explicó
que fue necesario cerrar la calle para permitir el trabajo de al menos 12
obreros y maquinarias, teniendo en cuenta que el caño averiado se encuentra a 2
metros de profundidad.

Agregó que en la tarde-noche del domingo repararon el caño principal que abastece de agua potable al microcentro de Luque. Sin embargo, el viejo caño volvió a ceder, perdiendo miles de litros de agua este lunes, por lo que prosiguieron con los trabajos.

En la tarde noche de este lunes se generó un enorme caos vehicular sobre la calle Gral. Elizardo Aquino y su continuación Cerro Corá. Fue precisamente a raíz de la clausura de la calle Cerro Corá y Azara, en la esquina del cementerio.

Según el funcionario, ya están en proceso de terminación de los trabajos para solucionar la pérdida de agua potable.