Un artesano luqueño exporta sombreros de karanda’y a Brasil
Don Agüero, de 70 años, comentó que los proveedores de la materia prima traen las hojas del Chaco de los distritos Arroyos y Esteros y Nueva Colombia, del Departamento de Cordillera.
Según el artesano, el proceso de elaboración de los sombreros de karanda’y se divide en diferentes pasos porque involucra a más personas que realizan tareas específicas.
Se inicia con la provisión del karanda’y, que está a cargo de proveedores que cortan las palmadas y posteriormente secan al sol durante dos días. Después seleccionan las hojas servibles y ponen al sereno durante unas 24 horas.
Relató que para darle molde al sobrero tiene su proceso, dejando dos a tres horas de noche en el sereno para poder ablandar las fibras para facilitar la terminación y entrega a los clientes.
Agregó que existen trabajos donde algunos sombreros pueden presentar colores o detalles específicos, acorde a los pedidos.
Finalmente, el artesano trabaja la terminación de los bordes con hilo de algodón y alambre para asegurar o “rematar” el tejido.
Según Agüero, este proceso suele ser el más cuidadoso porque deben ser excelentes las terminaciones mediante un planchado correcto.
El producto final mucho más fino y con excelente calidad. El precio del sombrero varía de acuerdo a la calidad y modelo.
El artesano luqueño explicó que su producto es muy apreciado a nivel local como internacional, siendo el principal mercado Brasil, a través de acopiadores.
Recordó que el oficio aprendió de su padre hace 50 años. Se mostró orgulloso de su profesión y explicó que con su trabajo de artesanía hizo estudiar a sus cuatro hijos, dos de ellos ingenieros informáticos y dos docentes.
Don Agüero trabaja en su casa donde tiene su propio taller, ubicado en la zona de Cañada Po’í, de la compañía Tarumandy, de Luque.