Una abuelita de 104 años venció al Covid-19

Con
una saturación de oxígeno en sangre de 98% y otros signos vitales normales en
todo el proceso de convalecencia, superó la enfermedad luego de cinco días de
internación en el Hospital del Área 2.

Indudablemente
la abuela está hecha de otra madera, a decir de sus familiares que celebraron
en medio de un ambiente de fiesta patronal su alta médica. Sus allegados
dejaron un mensaje instando a vacunarse para evitar complicaciones, teniendo en
cuenta que la mujer ya tiene la primera dosis del biológico contra el COVID-19.

UNA
MATRIARCA

Historias
que nutren el alma y enaltecen el sentido de la vida. Detrás de las paredes de
un Hospital se viven experiencias inspiradoras que nos hacen más humanos,
energizados por la fe y la esperanza para acompañar la recuperación de un ser
querido y celebrar la vida a cada instante. VENCER AL COVID-19 ES LA CONSIGNA.

“Kuña
Paraguay Katupyry”, repetía orgullosa una enfermera del pabellón 7 del Hospital
del Área 2 de Ciudad del Este al contemplar su salida luego del alta médica y
el anhelado reencuentro con la familia que la esperaba afuera con globos y
cánticos de alegría. 

EL
REENCUENTRO

Verla
salir por la pasarela de salida provocó emoción, lágrimas y agradecimientos a
Dios, pero como dice Marcos Ojeda, su hijo jubilado de la Itaipú Binacional las
palabras quedan cortas para describir el momento. “Como hijo y jubilado, quiero
agradecer la excelente atención de cada médico, enfermera, personal de blanco.
Expresar mis sentimientos de gratitud, mi mamá es una muestra de que Dios
existe. Nadie se explica cómo puede gozar de tan buena salud, durante su
internación fue mimada por todos, es muy querida mi mamá”, relató con los ojos
llorosos.

En
su casa es la joya rutilante más preciada, a pesar de la longeva edad que lleva
a cuestas, raras veces se enferma o cae en cama por alguna complicación de
salud. Fuerte como un roble demuestra que está hecha de buena madera. Pero el
COVID-19 con su avance implacable y estela de muerte y estragos a escala
planetaria hizo mella en su organismo, aparecieron los primeros síntomas,
obviamente la preocupación empezó a cundir en sus hijos, nietos y bisnietos.

INTERNACIÓN

La
abuela se sometió a estudios sin pérdida de tiempo y salió positivo al
coronavirus. Su condición era muy vulnerable, había que tomar una decisión
llevarla al Hospital de la Fundación Tesãi e internarla para mejores cuidados
médicos. La suerte estaba echada, ingresa el sábado 12 de junio y se interna en
la sala 702, 104 años de vida le jugaban en contra.

Pero
contra todos los pronósticos, su salud no se debilitaba y se mantenía estable,
sus signos vitales normales y porcentaje de saturación increíblemente estaban
en 98. Era de no creer, su salud parecía la de un deportista, en ningún momento
necesitó de oxígeno y mucho menos de una sala de terapia para seguir respirando
y tampoco presentaba ninguna otra complicación que no fuere propia de su edad. 

“Realmente
mi abuela es digna de admiración, por suerte ya le vacunamos con la primera
dosis, ahora le falta la última dosis. Pensar que hay gente que no quiere
vivir, y ella que tanto se aferra a la vida. Podemos vencer al COVID-19, nunca
perdamos la esperanza”, manifestó emocionada Patricia Ojeda, nieta.

DE BUENA
ESTIRPE

Pasaron
cinco días y la abuela Felina, pariente lejana del Mariscal José Félix
Estigarribia, gran conductor militar de la guerra del Chaco salía con aire
triunfante de una lucha desigual por la vida, aferrada a Dios y la Virgencita
de Caacupé de la cual es ferviente devota.

FAMILIA
UNIDA

Felina
tiene tres hijos: Marcos Ojeda, jubilado de la Itaipú Binacional, Zoilo Ojeda y
Rosa María ya fallecida. La prole es numerosa, 13 nietos y 21 bisnietos quienes
son su mayor tesoro. Los tiempos de coronavirus han cambiado el estilo de vida
y los hábitos familiares, en su residencia del área 6 de Hernandarias ya no se
pueden juntar como antes para disfrutar de un rico chipa guazú o una deliciosa
sopa paraguaya para compartir con la reina madre como la llaman.

Los
domingos los encuentros de hermanos, tíos, primos, sobrinos eran infaltables,
un ritual obligado que demostraba el inmenso amor a quienes consideran un
tronco genealógico viviente. No se imaginan la vida sin la abuela Felina, dueña
de una lucidez mental envidiable y un semblante de años y experiencia de vida
acumuladas que la convierten en una heroína.

VIDA SANA

Según
nos cuenta Don Marcos Ojeda, el secreto de su longevidad está en la
alimentación, dormir temprano y disfrutar del aprecio de sus seres queridos que
la llenan de mimos y atención. “Mi mamá nunca se privó de comer un rico locro,
Ipokue, coco, miel de abeja, leche con nata, mamón y el mani ku’í.

La
Fundación Tesãi celebra la vida, llevando un mensaje de esperanza ante tanto
infortunio, dolor, muerte y luto. La vacunación es la diferencia entre la vida
y la muerte, una luz al final del túnel en este momento de inflexión en la
historia de la humanidad. FUENTE: Prensa Tesãi.