Todas las
noches las veredas se iluminan con velas encendidas y cada familia desde su
hogar acompaña la oración comunitaria para pedir a Dios que proteja a cada
paraguayo ante la pandemia del coronavirus.

El rezo se
realiza sobre la calle Santo Tomás, a unas 4 cuadras de la ruta principal Las
Residentas, que une Luque con Areguá. Las familias religiosas acuden al auxilio
espiritual como forma de combate al coronavirus.

La actividad
religiosa se hace diariamente, a las 19:00, y se dio inicio con la cuarentena
decretada por el Gobierno Nacional para evitar el contagio a través del
aislamiento social.

En ese
sentido, los vecinos de 3 de Mayo realizan el rezo, evitando la aglomeración de
personas.

Las velas encendidas
(candiles) son colocadas en las veredas de ambos lados y dan un toque artístico
durante el rezo del Santo Rosario.

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Salud, Paraguay registra hasta el momento 10 fallecidos, 396 infectados y 126 recuperados de la enfermedad Covid-19.

El violento asalto callejero ocurrió el jueves,
alrededor de las 19:00, de este jueves sobre la calle Santo Tomás, a una cuadra
de la ruta Las Residentas que une Luque con Areguá.

La víctima, Elizabeth Leguizamón, fue interceptada cuando
regresaba de su trabajo, por dos desconocidos a bordo de una motocicleta, y uno
de ellos le puso un puñal en el cuello y le exigió la entrega de su teléfono
celular, según relató a la Policía.

Tras concretar el golpe, los ladrones motorizados
huyeron hacia Cañada, según testigos.

Los agentes de la Comisaría 3ª de Luque recibieron la
denuncia e iniciaron una investigación para tratar de identificar a los
motoasaltentes, quienes aparecen en circuitos cerrados cuando escapaban del
lugar del asalto.

Sin embargo, hasta el momento los investigadores no
pudieron identificar a los asaltantes.

Por su parte, el comisario Feliciano Ferreira, subjefe
de la Comisaría 3ª Central, comentó a Luque Noticias que los agentes de
Inteligencia están investigando el robo agravado para aclararlo.

Sin embargo, desde la empresa dijeron que uno de los
motores de bombeo tuvo una falla, y tuvo que ser reemplazado por los técnicos
de la empresa.

Indicaron que  a
partir del mediodía de este jueves se normalizaría el servicio de agua en ambas
compañías luqueñas.

La aguatería “El Cencerro” cobra a cada usuario la suma de G. 35.850, en forma mensual.  Sin embargo, la prestación no condice con el pésimo servicio que ofrece esta empresa en las comunidades luqueñas, precisó uno de los denunciantes Agustín Rotela.

Según las quejas, cualquier situación que se presenta,
los técnicos de la firma tienen que venir de su sede central en Villa Elisa,
por lo que tardan demasiado tiempo para solucionar los inconvenientes surgidos
con la provisión de agua potable.

Los vecinos anunciaron que se van a asesorar para presentar una denuncia en la Oficina de Defensa del Consumidor de la Municipalidad de Luque para tomar cartas en el asunto, debido a la penosa situación que deben atravesar los usuarios en época de calor intenso y sin agua, pero pagando un alto precio por un servicio de mala calidad, según dijeron.

Ante la falta de agua, las quejas no se hicieron esperar en las redes sociales contra «El Cencerro».

La motocicleta Star, con chapa BJV 722, fue robado en
la noche del lunes de la zona de Costa Sosa (Coronel Martínez y Santo Rey),
según la denuncia del propietario Dahian Atilio Santa Cruz Castro (21),
empleado, domiciliado en Maka’í, Luque.

El joven explicó que fue a visitar a su abuelo en la
noche del lunes, alrededor de las 22:00, dejando su biciclo en la vereda de la
casa de su abuelo.

Luego, a las 23.40, salió a mirar y ya no encontró su
motocicleta en el lugar que había dejado una hora antes, por lo que la víctima
radicó la denuncia en sede policial.

Tras la denuncia, la Policía inició la investigación y
pudo llegar hasta el taller de Héctor Coronel, en donde se encontró el biciclo
desarmado en su totalidad.

El mecánico fue detenido junto a su pareja y fueron trasladados
hasta la base de la Comisaría 3ª de Luque, al igual que las piezas de la moto
hurtada horas antes, explicó el comisario Feliciano Ferreira, subjefe de la
Comisaría.

Según el jefe policial, en el taller también encontraron piezas pertenecientes a otras motocicletas. El procedimiento fue comunicado a la Fiscalía.

Alrededor de las 06:00, una comitiva fiscal y policial
procedió a allanar la vivienda de López, a raíz de denuncias de vecinos acerca
de la comercialización de drogas. La casa está ubicada sobre la calle Las
Mercedes, en la zona de 3 de Mayo, Luque.

Durante la revisión, los agentes antidrogas hallaron 3,95
gramos de marihuana, y dinero en efectivo de baja denominación, totalizando G.
533.000, producto de la venta de estupefacientes.

DETENIDOS

Los detenidos son: Álvaro Alberto López, de 25 años, y Jorge
Gabriel Roa Penayo, de 27 años, ambos con antecedentes penales y conocidos
motochorros, según la Policía.

Roa Penayo fue detenido por violación al arresto domiciliario,
informaron los intervinientes.

El fiscal de turno Eduardo Royg, de la Unidad
Especializada en la Lucha  contra el
Narcotráfico de la ciudad de Luque, fue quien encabezó el tempranero allanamiento
y ordenó la detención de ambos sospechosos.

Los sospechosos José María Amarilla Pereira y Enrique Daniel Otazú Méndez fueron remitidos a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú tras el asalto.

El dúo fue detenido en la noche del domingo pasado en la zona de 3 de Mayo luego de asaltar a una menor que iba a la despensa. En la oportunidad le despojaron de un aparto celular que utilizaba como linterna para alumbrar su camino.

Los presuntos motochorros aprovecharon para asaltar a la niña con un enorme puñal. Luego fueron detenidos por la Policía.

Otazú había ido a la comisaría para llevar a un pariente, pero los familiares de la niña identificaron su motocicleta como la utilizada en el asalto callejero, por lo que la Policía lo detuvo inmediatamente.

Los dos fueron imputados por robo agravado por el fiscal Francisco Torres, quien requirió al juez Nelson Romero la prisión preventiva de ambos en Tacumbú.

El magistrado aceptó la imputación y decretó la prisión preventiva de José María Amarilla Pereira y Enrique Daniel Otazú Méndez.