Miles visitan el pesebre hidráulico de Luque

Con más de 70 años de tradición, el pesebre hidráulico gigante de la familia Sabaté está abierto al público e invita a disfrutar de la obra de arte de la réplica de retablo de Jesús.

Este año se incorporó una nueva imagen a las más de 200 piezas que conforman el pesebre. Se trata de un constructor de obras para homenajear a los trabajadores de la construcción.

Cada año, desde 1953 agregan una figura de la artesanía nacional al nacimiento y a la fecha lleva más de 200 piezas. Lo que más atrae a los visitantes es que todas las figuras tienen movimiento con la fuerza del agua.

La Quinta Sabaté está ubicada en el barrio Bella Vista de Luque, sobre las calles Yrendagüe y Benigno González, a cuadras de la parada de la Línea 30.

El pesebre hidráulico causa asombro y admiración no solo en nuestro país, sino que ha traspasado fronteras, comentó orgulloso el Ing. Esteban Sabaté.

El retablo cuenta con 54 metros cuadrados en medio de una tupida vegetación y parralera, en armonía con la naturaleza pura.

La familia Sabaté, en un mes logra instalar todas las piezas y poder habilitar para que los visitantes puedan disfrutar de la asombrosa réplica del nacimiento del Niño Dios.

Cada año se agrega una nueva figura. Este año su nuevo integrante es el indio José, quien según la tradición religiosa es el escultor de la Virgen de Caacupé, contó don Sabaté.

Entre Nochebuena y Navidad es donde acuden miles de visitantes para apreciar el hermoso pesebre.

71 años de tradición

La tradición se inició en 1953 y ha pasado de generación en generación y cada año recibe a más de 20.000 personas que se llevan un poquito de la magia que transmite.

Piedras, flores, frutas, árboles, guitarras, bailarines con trajes típicos paraguayos, personal de blanco y mucho más se pueden apreciar dentro de esta obra de arte que, gracias a la potencia del agua, cobra vida para transmitir amor y paz a los visitantes.

Los padres del ingeniero Sabáte comenzaron con un humilde pesebre sobre una mesa, bajo una planta de parral, y hoy cuenta con varias figuras típicas de la cultura paraguaya movidas por la fuerza del agua. Se trata del pesebre hidráulico que se encuentra en la ciudad de Luque, con 71 años de tradición familiar.