Un Tribunal de Sentencia condenó a 4 años de prisión por extorsión al ex fiscal de Santa Rita, Roberto Velázquez Vezzeti. El hecho ocurrió en el 2008 y estaba a punto de extinguirse.

Por su parte, el policía Carlos Arévalos Duarte fue absuelto con voto en disidencia.

De acuerdo a la acusación sostenida por la fiscal Natalia Fuster, se le pidió la suma de 1.500 dólares al empresario Francisco Felipponi para evitar una investigación por contrabando, por parte del fiscal de Santa Rita Roberto Velázquez Vezzeti.

Los jueces Marino Méndez y Alba Meza indicaron que no se pudo demostrar que la encomienda que Arévalos fue a retirar del supermercado, era el dinero solicitado por Velázquez, además de otros elementos de prueba de la Fiscalía que no pudieron vincular al uniformado y con ello se dio su absolución.

Para el presidente del Tribunal, hubo elementos que demostraron la complicidad de Arévalos con el hecho punible y correspondía la sanción penal de 2 años de privación de libertad.

El jueves la audiencia debió iniciar a las 14.30, pero el acusado Velázquez fue hospitalizado, alegando problemas de presión arterial.

Los miembros del Tribunal fueron hasta el centro asistencial y con la evaluación de una junta médica se supo que sus condiciones de salud estaban aptas para participar del juicio oral y eso se cumplió.

La realización del juicio tuvo muchos inconvenientes debido a las innumerables acciones chicaneras de los acusados, con recursos y planteamientos que buscaban suspender a toda costa la audiencia, pese a que la causa prescribe el 23 de diciembre.

El lanzamiento se realizó frente al edificio del Departamento de Seguridad Urbana y Turística, ubicado en la Costanera de Asunción.

En la oportunidad, estuvieron presentes el viceministro de Seguridad Interna del Ministerio del Interior, Hugo Sosa Pasmor; el comandante de la Policía Nacional, Crio. Gral. Insp. Gregorio Walter Vázquez Alderete; el sub comandante Crio. Gral. Insp. Eladio Sanabria Morán; miembros del Comando Institucional y -en formación- agentes de las Direcciones de Apoyo Táctico y de Apoyo Técnico, Agrupaciones Especializadas, Departamentos y Divisiones operativas de la Policía.

En la oportunidad, el comandante de la Policía Nacional, Walter Vázquez, adelantó que reforzarán el despliegue especial, principalmente en inmediaciones de locales bancarios, financieros, comerciales, mercados y puntos estratégicos por el gran movimiento comercial.

Agentes policiales de las áreas táctica, técnica y preventiva serán movilizados en todo el territorio nacional, cubriendo zonas consideradas críticas o sensibles por el caudal de dinero circulante.

Componentes de la Unidad Táctica Especializada Motorizada del  Grupo Lince y de la Agrupación Montada también saldrán a las calles en un número especial, brindando una cobertura rápida y amplia en sus respectivos campos de acción, indicó el comandante.

La más inmediata tarea refiere a reforzar la presencia policial en el área metropolitana y Departamento Central, atendiendo el cobro de aguinaldos y sueldos en los próximos días. La cobertura será más intensa en los puntos donde hay cajeros automáticos, informaron.

Un jardinero falleció de manera trágica al ser arrollado por un vehículo frente a la Conmebol, en Luque. El trabajador bajó de un taxi y al intentar cruzar la avenida, en donde lo esperaban su esposa y sus hijos, pero fue atropellado violentamente y murió en el lugar.

El accidente de tránsito ocurrió al filo de la medianoche de este miércoles en la Autopista Silvio Pettirossi y Avenida Sudamericana, informó el subcomisario Celso Zelaya, de la Comisaría 3ra de Luque.

Resultó víctima fatal el jardinero Juan Domingo Valdez (38), domiciliado en el barrio Santa Elena, de Luque, quien falleció de manera casi instantánea.

El trabajador fue arrollado por una camioneta VW, modelo Amarok, con chapa XBB 364, al mando del joven Bruno Eduardo Franco Da Costa (21), quien realizó una brusca frenada para intentar evitar el accidente, pero ya no tuvo tiempo para eludir al transeúnte.

El conductor dio negativo a la prueba del alcotest, y el hecho fue comunicado a la Fiscalía, explicó el subcomisario Zelaya.

El jefe policial explicó que el accidente ocurrió frente a su esposa y sus hijos, quienes lo esperaban al otro lado de la avenida y presenciaron el trágico percance.

El suceso ocurrió en Maramburé, Luque. El siniestro fue controlado por los bomberos.

Sin embargo, el incendio de grandes proporcione destruyó tres ómnibus, una oficina y parte de un taller ubicados en la parada, ubicada en Delfín Chamorro e Yvahai de la compañía Maramburé de Luque, informó la Policía.

El devorador fuego también destruyó parte de un cargamento de banana que se encontraba en un camión semirremolque.

Se trata de Leonardo Ramón Rodas Cuevas (46), domiciliado en el barrio
Primavera, de Luque, quien cuenta con antecedentes por resistencia, robo
agravado, robo de vehículo e incumplimiento del deber alimentario, según
Informática de la Policía Nacional.

Rodas fue sindicado como responsable del intento de robo de un automóvil, perteneciente al guardia de seguridad del supermercado Luisito, de nombre Julio César González Argüello, quien denunció el hecho el pasado 26 de noviembre y presentó como pruebas filmaciones del circuito cerrado del intento de hurto.

En el informe policial se agrega que el ex convicto se movilizada a bordo de una camioneta Kía Sorento, que fue incautada de su poder el lunes pasado, durante su detención.

Además, en el momento de su aprensión tenía puesta la misma remera que había
utilizado cuando intentó cometer el hecho punible, según la Policía.

El vehículo objeto del intento de hurto fue encontrado por su
propietario con el tambor de la cerradura violentado con una varilla de hierro.

Luego de la minuciosa investigación a cargo de los agentes de
Inteligencia de la Comisaría 3ra de Luque, se logró la detención del ex
presidiario Leonardo Ramón Rodas Cuevas.

El hecho fue comunicado a la fiscal de Luque, Mirtha Ortiz, quien ordenó su detención a raíz de las pruebas colectadas por la Policía contra el principal sospechoso.

La explosión de uno de los motores afectó el depósito de cebo, lo que
derivó en el principio de fuego y seguidamente por una gran humareda.

Esta situación causó preocupación en la vecindad de la compañía Campo
Grande, de Luque, pero afortunadamente el fuego fue controlado por los
bomberos, luego de un arduo trabajo.

Sancay produce comidas para perros y exporta sus productos a los Estados
Unidos.

Los bomberos azules de Luque fueron alertados de la situación y
acudieron rápidamente al lugar. En principio fue imposible controlar el
principio de incendio, teniendo en cuenta que el cebo es sumamente inflamable
(contiene gran cantidad de grasa), pero el combate fue frontal para evitar que
el incendio se propagara por las demás dependencias de la empresa.

Los apagafuegos tuvieron que hidratarse en varias ocasiones a raíz del
intenso calor y la gran humareda les afectabas por la inhalación de humo, según
compartió el capitán Carlos Mondaini.