La presunta
distribuidora de drogas fue identificada como Graciela Concepción Ramírez,
quien tenía en su poder 73 “dosis” de cocaína, tipo crac, además de teléfonos
celulares y dinero en efectivo de baja denominación, totalizando G. 188.000.

El allanamiento
a la vivienda de la sospechosa fue ejecutada en la tarde del miércoles por
agentes de Antinarcóticos de la Policía Nacional y el fiscal antidrogas Eduardo
Royg.

El
representante del Ministerio Público ordenó la detención preventiva de la mujer
y la incautación de las evidencias relacionadas a la distribución de drogas en
el asentamiento San Pedro 2 de la compañía Ycuá Karanada’y.

El empleado,
identificado como Virginio Portillo, de
50 años, domiciliado en Caacupemí, Areguá, se resbaló y cayó en la rampa,
cuando transportaba mercadería.

El suceso
produjo un enorme susto, teniendo en cuenta que el estibador se deslizó por la
rampa y terminó en el piso muy cerca del estacionamiento y la entrada principal
al centro comercial, situado en las calles Sportivo Luqueño entre Javier
Bogarín y Capitán Bado, de Luque.

A raíz de la
estrepitosa caída, el hombre llevó la rodilla por la rampa y el piso, sufriendo
una distención de ligamento cruzado, según el informe preliminar del Cuerpo de
Bomberos de Luque.

Precisamente,
los “apagafuegos” socorrieron a la víctima y la trasladaron hasta el IPS de
Luque, en donde recibió los primeros auxilios, explicó la voluntaria de turno Évelin
Pavón.

Por fortuna,
el accidente no fue de gravedad, teniendo en cuenta la fuerte caída del
empleado que trasportaba mercaderías en ese momento.

Esta situación
generó la curiosidad de los clientes, debido a que el trabajador seguía en el
piso, mientras aguardaba la llegaba la ambulancia con los bomberos. En minutos,
el sitio donde se encontraba el accidentado se llenó de curiosos.

Dos de los tres hechos fueron perpetrados por motochorros, mientras el asalto al local bancario por una banda de ladrones dedicados a atacar bancos y financieras.

Los delincuentes “recaudaron” millones en los tres asalto, teniendo en cuenta que de la boca de cobranzas del Banco Itaú Expréss, la gavilla de asaltantes se alzó con un botín de G. 96 millones.

El monto que
“aportó” la ferretería se desconoce, mientras el asalto al contratista de obras
Antonio Leonor Núñez Ayala (53), fue de G. 35 millones, según la víctima.

El
constructor explicó a la Policía que retiró el dinero del Banco Familiar de
Luque, y luego se dirigió a la obra en la zona de Ycuá Duré, para pagar a los
albañiles, pero al llegar frente al edificio en construcción fue interceptado por
una motocicleta con dos ocupantes.

Los
delincuentes encañonaron a la víctima y le exigieron la entrega del dinero que
tenía en una bolsa en el interior de su vehículo.

El asalto
ocurrió en la siesta de este martes, alrededor de las 13:15, sobre las calles
Yvapovó y Jakaré Valija de la compañía Ykuá Duré, jurisdicción de la Comisaría
3ra de Luque.

Tras el
asalto, los policías fueron alertados y acudieron junto a la víctima. Los
patrulleros realizaron rastrillajes por la zona, pero los delincuentes no
dejaron rastros.

En 24 horas, los delincuentes perpetraron tres millonarios asaltos al hilo en la ciudad de Luque.

El atraco
ocurrió poco después del mediodía del lunes, y resultaron víctimas la encargada
del local Paola Colmán y el cajero Natanaci Centurión Cazal.

Según las
víctimas, los asaltantes motorizados llegaron sorpresivamente a la ferretería
armados y con los cascos puestos.

Seguidamente redujeron a los empleados y clientes y ordenaron la entrega del dinero al cajero, cuyo monto no fue precisado por los responsables.

Una vez
logrado el objetivo abordaron una motocicleta de color azul y escaparon hacia
Areguá.

La sucursal
de la ferretería está ubicada en De Las Residentas esquina Alejandro Garay
(camino Luque-Areguá, informó la Comisaría 3ra de Luque.

El atraco
ocurrió, a las 12:15, en el supermercado, ubicado en Capitán Rivarola entre Pa’í
García y Yegros, en la cercanía de la antigua estación del tren, del referido
barrio luqueño.

Según el parte policial, 4 personas desconocidos encapuchados, con guantes y con arma larga de fuego, presumiblemente escopeta.

La gerente Zunilda Ortiz  Benítez, explicó los agentes de la Comisaría 3ra de Luque, que los delincuentes ingresaron bruscamente hasta el local de cobranzas y con armas de fuego alertaron que se trataba de un asalto.

Luego
procedieron a reducir a los clientes que se encontraban esperando en la fila,
ordenando acostarse boca abajo, e ingresando uno de ellos hasta la oficina de
caja del Banco Itaú, en donde intimó al cajero Pablo  Moisés Flores Garcete, a que entregue la
recaudación del  día.

El delincuente también ordenó al cajero a abrir la caja fuerte, de donde también llevaron el dinero. En total robaron G. 96 millones en dólares y guaraníes. Varios clientes también fueron despojados de su dinero, según el informe de la Policía.

Tras el
asalto, los delincuentes escaparon a bordo de una automóvil Toyota Corsa, de
color gris.

Los peritos
de Crominalística de la Policía Nacional fueron convocados para levantar
evidencias del lugar del hecho, informó el comisario principal Felipe Ozuna,
jefe de la Comisaría 3ra de Luque.

El fallecido
fue identificado como Luis Escobar, de 32 años, quien trabajaba como chofer de
la Línea 28, y estaba al mando de su vehículo particular, cuando colisionó
contra el camión de gran porte estacionado sobre la calzada a raíz de la
explosión de una de sus cubiertas y no fue señalizado, refiere el informe
policial de la Comisaría de Tarumandy.

Escobar impactó contra la parte trasera del camión ladrillero y el automóvil quedó prácticamente debajo de la carrocería. El chofer quedó atrapado entre los hierros retorcidos y su cuerpo fue rescatado por los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Luque.

Según la
Policía, el chofer de la Línea 28 tuvo el accidente mientras regresaba a su
casa, cerca de las 22:30,  luego de salir
de su trabajo.

Los testigos coincidieron en indicar que el chofer del camión, de nombre Alcides Arévalos, quedó en la calzada y no colocó ninguna señalización para alertar del peligro a los demás conductores.