El trágico percance se produjo el domingo pasado, en
las calles Gral. Elizardo Aquino y Rosario, a las 05:00, aproximadamente.

El cuerpo del infortunado fue encontrado al costado de
la calle por transeúntes.

Según el informe policial, el joven circulaba a bordo
de una motocicleta de la marca Honda, de color rojo.

Algunos testigos ocasionales informaron a la Policía
que el motociclista fue embestido por una furgoneta Toyota, modelo Boxi, de
color oscuro,  motivo por el cual cayó al
pavimento y posterior nuevamente fue atropellado por otro vehículo
presumiblemente Mitsubishi L-200, de color azul.

Ambos conductores no quedaron en el lugar. Los agentes
policiales fueron alertados y fueron recibidos por Bomberos Voluntarios de
Luque, a cargo de la voluntaria Vaneza Viveros, quien nos manifestó que el mismo
ya se encontraba sin signos de vida.

Se dio intervención a la Fiscalía y a los peritos de Criminalística de la Policía Nacional. Una vez terminado el procedimiento de rigor de levantamiento de cádaver, el cuerpo de Héctor Rubén Pérez Osorio, fue entregado a los familiares.

Ahora, los investigadores están abocados a identificar
a los conductores involucrados en el fatal accidente. Para el efecto,
recurrieron a cámaras de circuitos cerrados de la zona, informó el comisario
Feliciano Ferreira, subjefe de la Comisaría 3ª de Luque.

El accidente ocurrió en la noche de este viernes en
Avelino Martínez casi Iturbe, zona Sur de Fernando de la Mora, según el informe
policial.

La mujer fue identificada como Raquel Noemí Vargas
Arce, domiciliada en Lambaré.

La conductora estaba al mando de una camioneta VW,
modelo Fox Cross, con chapa RDJ 384. El vehículo quedó destrozado
prácticamente.

El primer choque fue contra una motocicleta guiada por
el agente Mario Rafael Rodríguez Lezcano, de 49 años, suboficial principal de
la Policía Nacional, con destino en la Comisaría 4ª de Lambaré. El uniformado
salió gravemente herido y fue auxiliado por bomberos.

Seguidamente, la conductora intentó escapar y en la huida se estrelló contra un motocarro estacionada. En la carrocería se encontraba Lucas González, de 33 años, quien sufrió lesiones, mientras el conductor se encontraba en un comercio y se salvó del accidente.

La conductora fue aprehendida y por orden fiscal fue sometida a la prueba de alcotest, arrojando positivo, según el informe de la policía jurisdiccional.

El cadáver del militar de 21 años, fue encontrado cerca
de las 01:00, en el río Paraguay, en la zona de la Bahía, de Asunción.

El reporte preliminar indica el deceso fue por
ahogamiento. El fallecido era instructor militar de la Marina y, cuando ingresó
ayer al mediodía para ejemplificar un ejercicio, no volvió a emerger del agua,
según se supo.

El joven militar era luqueño. La casa de sus padres se
encuentra en Costa Sosa, Luque.

La complejidad del operativo apuntó como primera medida
anular a una red de «campanas» que se encargan de dar aviso a los
involucrados dentro del mercado. Una vez superado ese obstáculo los agentes
irrumpieron en el puesto que utilizaba como fachada Wilma Eulogia Rodríguez Ruiz, de 53 años. La mujer fue atrapada en
el momento en que se disponía a dosificar la droga.

Para el manejo del negocio la misma requirió de la
colaboración de Juan Antonio Paredes, de
50 años  y Néstor Maldonado, de 19 años.

El lugar intervenido funcionaba como uno de los
principales focos de distribución del departamento Central. Microtraficantes de
distintas ciudades se abastecían de crac y regresaban a sus localidades a
continuar con la cadena de distribución, según la investigación.

Entre otras evidencias se recogieron, elementos para el
corte y 1 millón y medio de guaraníes en efectivos. Todas estas pruebas fueron
trasladadas hasta la Base de Operaciones de la SENAD junto con los detenidos.

El hombre fue recapturado en la mañana de este
miércoles en Limpio, mediante un trabajo de inteligencia que la Policía
Nacional llevó a cabo hace siete meses, informó el comisario Nimio Cardozo.

Acosta debía cumplir una condena por secuestro, robo
agravado y asociación criminal tras ser condenado en el 2004 a 14 años de
encierro. Fue remitido a Tacumbú, de donde se fugó dos años después.

El hombre está sindicado de cometer el secuestro de
toda una familia y de cobrar la suma de G. 100 millones, más 1 kilo de oro,
según el jefe policial.

Según la pesquisa, el fugado, se movilizaba por los
departamentos de Caaguazú y Alto Paraná. Además, iba y venía del Brasil,
utilizando un documento ajeno. El procedimiento fue informado al fiscal
Federico Delfino.

Ferreira Sosa fue arrestado por agentes de la Senad y
el fiscal Sanabria en el estacionamiento de un supermercado del barrio Molino
de Luque.

El joven “mordió el anzuelo” y cayó en la trampa de la
Senad, cuyos agentes especiales se hicieron pasar por compradores de cocaína.

El joven político, militante del movimiento oficialista
comandado por el presidente del PLRA Efraín Alegre, fue sorprendido en posesión
de 28 gramos de cocaína pura, capaces de producir 40 dosis que a su vez se
venden a G. 150.000 cada una, según la investigación.

Tras su detención, el presunto narcopolítico alegó que
su detención se produjo a raíz de una persecución política, supuestamente por
encabezar una “investigación” por hechos de corrupción en la Municipalidad de
Luque, a cargo del intendente colorado Carlos Echeverría.