El doctor Jorge Giubi, director del Hospital de Clínicas, confirmó que a las 07:00 de este miércoles, se inició la cirugía de separación de los siameses nacidos a principios de julio. El procedimiento culminó a la medianoche y lastimosamente uno de los bebés falleció.

“Las condiciones de la separación fueron dificultosas. El gemelar tenía una malformación cardiaca, que era incompatible con la vida”, detalló el doctor Giubi, a los medios.

Sobre el punto aclaró que el bebé que presentaba más complicaciones, continuaba vivo únicamente mediante la circulación compartida con su hermanito.

En cuanto al gemelo sobreviviente, actualmente se encuentra internado en cuidados intensivos de la unidad neonatal, estable, pero en condiciones delicadas.

Los gemelos siameses estaban unidos por el abdomen y parte del tórax. Lo sucedido tras la cirugía formaba parte de las probabilidades y era casi un hecho, indicaron.

En todo el historial de separación de siameses en el Hospital de Clínicas, nunca se logró que ambos bebés sobrevivan, según reveló el Miguel Ruotti, jefe de cátedra de ginecología y obstetricia del Hospital de Clínicas.

El procedimiento fue ejecutado en la tarde de este miércoles, en el barrio Molino, de Luque. Fue tras una investigación sobre narcomenudeo en el lugar.

La propietaria de la vivienda, identificada como Dahiana Elizabeth Benítez Caballero, de 30 años, lanzó las dosis de drogas a la parte trasera de la vivienda al percatarse de la presencia de la comitiva.

En total se incautaron 16 dosis listas para la venta y una porción sin fraccionar de crac para la comercialización en el barrio.

La mujer en cuestión ya había sido detenida años atrás por el mismo delito, pero llamativamente fue beneficiada con arresto domiciliario, situación que le permitía seguir comercializando estupefacientes, informó la Senad.

La presunta distribuidora y las evidencias fueron trasladas hasta la Base de Operaciones de la Senad, en Asunción, a cargo del fiscal Amarilla.

El violento atraco ocurrió en la noche de este martes en las inmediaciones de la Escuela San Antonio, de la compañía Marín Ka’aagüy, jurisdicción de la Comisaría  38ª Central.

Resultó víctima del robo agravado, Miguel Ángel Almada Ramírez, de 24 años, empleado, quien fue despojado de su herramienta de trabajo.

La motocicleta robada es una Kenton, modelo GTR, 150cc, año 2022, color negro, y chapa 607 AART.

Tras el asalto, el joven con un grupo de familiares realizó el seguimiento de la moto en la zona de Pozo Azul. Los policías acudieron al lugar, pero los dueños de casa hicieron caso omiso.

Los agentes comunicaron el hecho a la Fiscalía, pero no recibieron respuestas para poder ingresar a la vivienda, en donde ocultaron la moto, según la denuncia.

Los lugareños urgen de la intervención de la Municipalidad de Luque para precautelar el paso peatonal y evitar accidentes.

La vereda no tiene para caminar. Tenés que bajar por la ruta y es muy peligroso. Pasan niños que van a la escuela, además cerca del aeropuerto Silvio Pettirossi. La calle América se volvió muy transitada y frente mismo hay un colegio. Es una verdadera vergüenza vivir así”, cuestionaron los vecinos.

Los asaltantes llegaron a bordo de una motocicleta, y uno de ellos quedó en la calle como campana, mientras el segundo ingresó simulando ser cliente.

Una vez dentro del local comercial, desenfundó un arma de fuego y ordenó la cajera a entregar el dinero, producto de la recaudación.

El botín fue de 1 millón de guaraníes aproximadamente, según los primeros datos.

Intervinieron agentes de la Comisaría 3ª de Luque, a cargo del comisario Rodolfo Sánchez.

El jefe policial informó que no hubo heridos ni lastimados. Una vez concretado el asalto, los ladrones escaparon a bordo de la motocicleta.

Cabe señalar que el citado local ya fue asaltado en varias ocasiones por los delincuentes, según los antecedentes.