Ni Lince, ni Águila frenan a motochorros en Central
Las autoridades policiales se reunieron a tempranas horas de la mañana de este martes en el Cuartel de la Unidad de Operaciones Tácticas Motorizadas UOTM (Grupo Lince), en Luque, para analizar la incesante inseguridad, que afecta a la ciudadanía.
El detonante fue el crimen de Eliseo Flores Ramírez, de 30 años, quien fue asesinado por robamotos cuando se dirigía a su lugar de trabajo, una marroquinería, en Villa Elisa.
Ante el reclamo ciudadano por la terrible inseguridad, el subcomandante de la Policía Nacional, Crio. Gral. Dtor. Baldomero Jorgge, convocó este martes a una reunión de coordinación de trabajo con jefes de las 60 comisarías, subcomisarías y puestos policiales del Departamento Central.
Participaron el Director General de Prevención y Seguridad, Crio. Gral. Carlos Humberto Benítez; el Director General de Inteligencia Policial, Crio. Gral. Ramón Morales, para abordar los mecanismos para tratar de reducir los índices de hechos delictivos que azotan a las diferentes ciudades de Central.
El director de Policía de Central, el Crio. Gral. Osvaldo López, principal responsable de la seguridad en el departamento, no asistió a la reunión a raíz de un cuadro febril en las últimas horas.
Las autoridades policiales indicaron que la creciente inseguridad se debe en gran medida por el consumo de drogas de los jóvenes.
En ese sentido, señalaron que los adictos no trabajan y salen a delinquir, perpetrando asaltos callejeros y hurtando motocicletas para desarmar y comercializar por piezas, explicó el comisario general Carlos Benítez, director de Prevención y Seguridad de la Policía Nacional.
Sin embargo, la Policía no ataca este tipo de actividad ilícita floreciente en varias ciudades con talleres de motos que funcionan como aguantaderos.
En ese sentido, el comisario Benítez explicó a Luque Noticias que justamente se convocó y se dio precisas instrucciones al jefe de Automotores, Crio. Princ. Cristhian Amarilla, y al responsable de Desarmaderos de vehículos, Crio. Princ. Ignacio Muñoz.
Benítez agregó que los agentes tácticos del Grupo Lince trabajan entre dos en cada motocicleta y están para intervenir en cualquier hecho punible, mientras los uniformados del Grupo Águila, operan un personal por cada moto y su función más bien es preventiva. Es decir, ante alguna sospecha solicita apoyo a los demás patrulleros.
“Cada uno trabaja por zona bien específica para combatir los hechos punibles”, aclaró el alto jefe policial.
Los controles y operativos policiales se potenciarán en las ciudades de Luque, Fernando de la Mora, San Lorenzo, Ñemby, Mariano Roque Alonso, Lambaré, Limpio. El objetivo es frenar la ola de inseguridad que azota a la ciudadanía.
Hace un par de meses, el Gobierno entregó 400 motocicletas nuevas para reforzar la seguridad a través del Grupo Águila.