Barras festejaron armados, avasallaron patrullera y se reportaron dos heridos
En las fotos se observan a los integrantes de La Barra de Luque en las inmediaciones del estadio Feliciano Cáceres, portando una escopeta, mientras otros grupos encima de una patrullera policial.
Posteriormente, los barrabravas de Chancholigans y La Barra de Luque protagonizaron enfrentamientos, causando destrozos y dejando heridos.
Uno de los heridos fue identificado como Javier Areco Gómez, de 24 años, quien acusó dos balazos en la pierna, lado derecho. Al filo de la medianoche del lunes el joven recibió los primeros auxilios en el Hospital General de Luque.
BALA PERDIDA
El Dr. Osmar Amarilla reportó que el segundo caso se trató de un paciente atendido en el centro asistencial por bala perdida. Fue durante el festejo por el ascenso del Chanchón a Primera División del fútbol paraguayo.
Resultó herido Fulgencio Espínola, 40 años, quien presentaba una herida de bala perdida en zona hombro, lado izquierdo.
“Refiere no haber estado por la cercanía del estadio ni se encontraba en el festejo de Luqueño”, explicó el Dr. Osmar Amarilla.
Herido en pelea entre barras identifica a autor de disparos
Resultó víctima Javier Areco Gómez, de 24 años, quien acusó dos balazos en la pierna, lado derecho. Al filo de la medianoche del lunes el joven recibió los primeros auxilios en el Hospital General de Luque.
Según la hermana del joven baleado, en la tarde del martes radicó la denuncia en la Comisaría 3ª Central. La fiscal de la causa es Sandra Ledesma.
Indicaron que un tal Ricky Cáceres sería el autor de los disparos contra su hermano.
“Según mi hermano con un amigo fueron hasta una bodega donde estaban todos los del grupo de Chancholigans y un joven de la Barra de Luque fue hacia allí a comprar bebidas y a él le pegaron primero, y como los otros vieron que le estaban agrediendo al joven se unieron a defenderle con piedras y palos, pero tenían armas de fuego donde incluso estaban disparando contra de los policías”, explicó Selva Areco.
“Todos corrieron y mi hermano quedó solo y allí fue que este Ricky Cáceres efectuó los disparos en contra de él”.
La víctima acusó dos balazos en la pierna y un refilón en la cara, indicaron.
El joven llegó al Hospital de Luque en aparente estado de ebriedad y se comportó muy violento, informó el Dr. Osmar Amarilla, jefe de Urgencias del Hospital de Luque.
Según los antecedentes, tras la pelea entre las barras organizadas, los pelotones antidisturbios de la Policía Nacional dispersaron a los violentos, quienes causaron destrozos y dejaron heridos.
La mujer dijo que en total fueron identificados cuatro personas que atacaron, una de ellas que disparó a su hermano, según explicó.
Por su parte, Ricardo Cáceres (Ricky), negó la acusación en su contra y alegó que no se encontraba en el lugar donde ocurrió el enfrentamiento.
«Una vez que supe de la denuncia en mi contra, le llamé al comisario Jorge Palacios (jefe de la Comisaría 3ª de Luque), y me confirmó que la señora hizo la denuncia en mi contra, pero al mismo tiempo me dijo que no hay nada en mi contra. En los videos que tenemos no apareces, vos, me dijo».
«Yo no tengo nada que ver. Estaba con mi señora, hijos y sobrinos. Si me convoca la fiscala (Sandra Ledesma), me voy a ir, porque no tengo nada que esconder».
Al ser consultado porqué le culparon, dijo que es por ser primo hermano de Tote Cáceres. Tote no estaba y me culpan directamente. Tampoco estaba Rodrigo Ojeda (Tacuara), él estaba de turno en su trabajo, entonces me quieren responsabilizar», explicó.
BALA PERDIDA
El Dr. Amarilla también reportó el caso de un paciente atendido en el centro asistencial por bala perdida. Fue durante el festejo por el ascenso del Chanchón a Pimera División del fútbol paraguayo.
Resultó herido Fulgencio Espínola, 40 años, quien presentaba una herida de bala perdida en zona hombro, lado Izquierdo.
“Refiere no haber estado por la cercanía del estadio ni se encontraba en el festejo de Luqueño”, explicó el Dr. Osmar Amarilla.
Dos policías imputados por sustracción de 2.500 municiones de la Comandancia
Los agentes son Luis Alberto Zelada, y Cristhian Daniel Ramos Agüero, imputados por hurto agravado, detentación y tráfico ilícito, estos dos últimos hechos, conforme a las disposiciones previstas en la Ley especial de Armas, aclaran.
El pasado 17 de setiembre, entre las 07:00 y las 10:00, aproximadamente, el suboficial inspector Cristhian Daniel Ramos Agüero, cumpliendo funciones en la Armería de la Agrupación de Seguridad de la Comandancia de la Policía Nacional, ubicada sobre las calles Paraguayo Independiente y Chile de la ciudad de Asunción.
Del lugar, el sospechoso habría sustraído 2.500 unidades de municiones sin percutir, calibre 9x19mm, propiedad de la Policía Nacional, correspondientes al Programa N° 10 de la Tesorería de Operaciones contra grupos criminales, las cuales se habrían encontrado resguardadas en el interior de la referida armería.
Valiéndose del acceso al lugar de resguardo, habría trasladado por tandas, los 2.500 cartuchos hasta su vehículo particular.
El mismo día, y siendo aproximadamente las 12:00, el suboficial mayor Luis Alberto Zelada, personal interno de la Agrupación de Seguridad, y quien en ese momento se encontraba con reposo médico habría llegado al lugar de los hechos y requerido la entrega de las municiones sustraídas, comprometiéndose a abonar a Ramos Agüero la suma de G. 8.000.000. Una vez en posesión de los mismos habría abandonado el sitio.
Con posterioridad a la entrega, Luis Zelada habría efectuado un primer pago, por la suma de G. 1.000.000 y se encontraría pendiente la entrega de G. 7.000.000 restantes, según la pesquisa fiscal.
Para ello, y en el contexto de las negociones, los suboficiales habrían mantenido conversaciones previas a través de las cuales habrían coordinado las acciones tendientes a la sustracción de los cartuchos y el pago acordado.
El hecho habría sido advertido el día 21 de setiembre de 2022, tras la verificación efectuada por disposición de la jefatura de la Agrupación de Seguridad y del Encargado de la Verificación del Inventario de Armas, Equipos y Municiones.
Conforme a la información preliminar obtenida, parte de los cartuchos sustraídos habrían sido comercializados a narcos en Pedro Juan Caballero, con la intermediación de uno de los presuntos autores.