Activan protocolo y brindan contención psicológica a menores luego de tragedia familiar
La directora de la Codeni de Luque, la Lic. Nadia Vázquez, explicó a Luque Noticias que fue alertada por la Policía local y la directora del colegio donde asiste el varón sobre la situación de los hermanos menores de edad, quienes quedaron huérfanos de padres tras el suceso acontecido en Cuarto Barrio.
Dijo que en forma casi inmediata se activó el protocolo para asistir a los menores.
Agregó que la Codeni envió a la psicóloga Jazmín Acosta y la asesora jurídica Diana Olmedo para interiorizarse del caso y coordinar acciones con la Defensoría de la Niñez y la Fiscalía.
En tanto, de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, acudieron el asistente Pablo Villasboa, y la psicóloga Margarita Vargas.
Más tarde llegó al lugar, la defensora de la Niñez, Patricia Chamorro, quien en coordinación con la fiscal interviniente, Fátima Villasboa, entregó en guarda a los chicos a una tía, que vive en San Lorenzo.
En principio la Policía había informado que los hijos tenían 16 y 6 años, respectivamente.
Sin embargo, tras la intervención de la Condeni, la propia directora confirmó que los menores tienen 17 años (varón) y 10 años (nena).
Cabe resaltar la oportuna intervención de ambas instituciones para brindar atenciones psicológicas a los hermanos menores de edad, principalmente a la niña, teniendo en cuenta la tragedia familiar que deben enfrentar a su corta edad.
Los padres, María Librada Bogado, de 35 años, y Ricardo Meza Gaona (55), militar retirado, eran oriundos de Atyrá, departamento de Cordillera.
Según los antecedentes, el ex uniformado ultimó a su esposa a tiros y luego fue hasta la casa de un familiar, en Laurelty, en donde se autodisparó. Fue auxiliado hasta el hospital de Luque, falleciendo 1 una hora después de su arribo. El feminicidio ocurrió en un inquilinato en Cuarto Barrio, Luque, informó la Policía.
Luego de asesinar a su pareja, el militar retirado llamó por teléfono a su hijo para alertarle que su madre falleció y que acudiera a la casa para interiorizarse. En ese momento, el chico se encontraba en el colegio y pidió ayuda a sus profesoras y a la directora, quienes le acompañaron hasta su casa, en donde se encontraron con la tétrica escena.
