Quinta Sabaté, el epicentro de la Navidad en Luque
El tradicional pesebre gigante de la familia Sabaté,
que tuvo su origen en el año 1953, está de vuelta para convertirse en el centro
de atención de la comunidad luqueña, del país y el mundo. Anoche llegaron
turistas de Islandia y Bélgica, quienes quedaron maravillados por el retablo de
Belén.
En 1953 don Esteban Sabaté (padre) representó el
nacimiento de Jesús sobre una mesa y bajo una parralera. Luego se convirtió en
un pesebre hidráulico gigante que es un verdadero atractivo turístico que
incluso traspasa la frontera. Estará abierto al público hasta el 30 de
diciembre de 18:30 a 23:00 en la quinta familiar del barrio Bella Vista de
Luque (a tres cuadras de la principal parada de la Línea 30).
Los pesebres forman parte de una costumbre fuertemente
arraigada en los hogares paraguayos.
El pesebre hidráulico de la familia Sabate es uno de los atractivos más visitados en estas épocas. Posee 100 diferentes piezas que representan la tradición paraguaya, y 50 de ellas son movidas por la fuerza del agua.
Sin embargo, no es común observar tanta dedicación,
esfuerzo y una dosis de creatividad como la que muestra la familia Sabaté, de
Luque. Anualmente instalan la réplica del retablo de Belén desde hace 66 años y
cada año van agregando juguetes para la representación de la artesanía
paraguaya. Este año, colocaron a un nuevo integrante del pesebre. Se trata de
una bailarina, explicó don Esteban Sabaté.
Según Sabaté, el pesebre gigante se tuvo que agrandar
en un sector para colocar al nuevo integrante.
La réplica del retablo de Belén, donde nació Jesús, se
encuentra dentro de una exuberante vegetación en la quinta familiar ubicada en
el segundo barrio Bella Vista, donde termina la calle Yrendagüe, a 100 metros
de Benigno González, a tres cuadras de la parada de la Línea 30. Se habilitará
durante una semana, entre este domingo 22 y el lunes 30 de diciembre próximo.
Don Sabaté explicó que como se trata de un pesebre
hidráulico-eléctrico, comenzó a funcionar en su plenitud desde la tardecita del
domingo, pero entre la Nochebuena y la Navidad no vamos a dormir, por qué en
esos días recibimos a unas 20 mil personas en total.
En este trabajo quedó soslayado el humilde y pintoresco
ambiente que tuvo la cuna del Niño Dios, porque se observa mucha tecnología,
una creativa cascada que mueve alrededor de 8.000 litros de agua en un circuito
cerrado y hasta aparece la legendaria arca de Noé, que representa el momento en
que las aguas del diluvio inundaron la tierra.
Un extraordinario verdor caracteriza al sitio, aromado
con la infaltable flor de coco y las frutas como la piña, el melón, banana,
sandías.
El dueño de la conocida quinta explicó que el retablo
cuenta con 100 personajes folclóricos para la representación típica de la
artesanía nacional.
Explicó que 50 juguetes son hidráulicos. Comenzó con
los campaneritos de la iglesia; la chiperita, el carpintero, la señora que
plancha, el que saca agua del pozo, la que ordeña la baca, y otros personajes
muy pintorescos que son centros de atracción de chicos y grandes.
Agregó que en forma familiar se encargan de la
preparación del pesebre que lleva unos 15 días: Detalló que junto a sus hijos
ponen a punto la parte eléctrica, plomería, el montaje de la estructura
metálica para colocar la carpa para proteger el pesebre de las lluvias, además
del diseño y jardinería.
En la entrada a la quinta también montaron un árbol
gigante para dar el toque y ambiente navideño de bienvenidas a los visitantes.
El acceso es libre y gratuito.
Este año aguardan la visita de unas 30 mil personas en
9 días que permanecerá abierto el retablo gigante.