El comisario Ferrari fue despedido como héroe por los luqueños
La ciudadanía luqueña se volcó en las calles para saludar y acompañar con banderas y pañuelos el féretro del comisario Félix Antonio Ferrari Yudis. Desde que salió el coche fúnebre de su casa en Bella Vista, los estudiantes, docentes, vecinos, comerciantes, vendedores ambulantes, y cientos de agentes policiales se sumaron a la emotiva caravana que acompañó al jefe policial asesinado hasta su última morada en el céntrico cementerio de Luque.
El féretro llegó al Santuario Virgen del Rosario, cerca de las 10:00, donde el monseñor Enrique Meyer, y el Capellán de la Policía en el Norte, Milcíades Velázquez, oficiaron la misa de cuerpo presente ante una dolorida multitud que clamaba justicia para el mártir de la Policía y héroe de la ciudadanía.
Luego el ataúd del comisario fue trasladado a pie hasta el camposanto. Los estudiantes hicieron un cordón humano y con banderas saludaron y demostraron el reconocimiento póstumo al jefe policial luqueño.
El nuevo comandante de la Policía Nacional, Francisco Resquín, participó de la misa.
Según los antecedentes, el comisario Ferrari fue asesinado cobardemente el pasado miércoles por delincuentes que rescataron al narcotraficante badeño, Jorge Samudio, alias Samura.
El mortífero ataque ocurrió en la Costanera Norte de Asunción. El uniformado se desempeñaba como subjefe de la Comisaría 1ª Metropolitana, y se encontraba a bordo de una patrullera, custodiando un móvil penitenciario que transportaba a 9 reclusos, entre ellos el peligroso traficante de drogas “Samura”.
Los delincuentes atropellaron a Ferrari y luego le dispararon con arma de guerra. El comisario tuvo una muerte agónica, mientras el jefe narco escapaba.
Sus allegados tanto civiles y policías recordaron a Ferrari como un policía honesto, servicial: “Un caballero”, lo describió uno de los oradores.
Duro cuestionamiento
El capellán de la Policía en el Norte (Concepción, Amambay y San Pedro, Milcíades Velázquez, dijo que fue una vergüenza la forma que se cumplió el traslado de peligrosos delincuentes.
Criticó también la falta de equipamiento de la Policía, principalmente en el Norte, señaló.
Al mismo tiempo dedicó el Salmo 39 al ministro del Interior Durante su homilía el capellán dedicó el Salmo 39 al cuestionado ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor. El pasaje bíblico dedicado al secretario del Estado señala. “Mientras esté ante gente malvada vigilaré mi conducta, me abstendré de pecar con la lengua, me pondré una mordaza en la boca. Así que guardé silencio, me mantuve callado”.
Entretanto, Luis Caballero Ferrari, señaló que a su primo lo entregaron a los delincuentes sin poder defenderse del ataque, en donde perdió la vida.
El emotivo sepelio se cumplió en el céntrico camposanto de Luque, donde los músicos de la Policía, camaradas, y colegas le brindaron un último adiós, en medio de un terrible dolor por la triste pérdida de un agente servicial y que derramó su sangre por la Patria y la ciudadanía.