Niñas indígenas eran sometidas a explotación sexual y consumo de drogas en Luque
Representantes de la Fiscalía, del Ministerio de la Niñez, del INDI, y la Codeni de Luque rescataron a cinco indígenas menores de entre 8 meses y 9 años y aprehendieron a otros cinco adultos de una pizzería abandonada en Cuarto Barrio, Luque. Los menores fueron llevados a un albergue, y los adultos a sus respectivas aldeas. En el sitio hallaron indicios de prostitución y consumo de drogas.
El operativo fue encabezado por las fiscales de la Unidad de Trata de Personas, Natalia Acevedo y María Isabel Arnold de Dos Santos.
El director de la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes (Codeni) de Luque, Felipe “Kiko” Sosa, explicó que los indígenas se instalaron el año pasado en la pizzería abandonada, ubicada en Pedro Juan Caballero casi San Martín, zona Cuarto Barrio de Luque.
Según Sosa, desde la Codeni de Luque venían monitoreando las actividades de los nativos que suelen aparecer en los semáforos de la ciudad para pedir limosnas a los conductores.
Sin embargo, un grupo de adultos que se mantenían ocultos en la propiedad abandonada, alquilaba a los niños y prostituían a las niñas menores de edad.
El allanamiento fiscal para rescatar a los menores se hizo con el apoyo del Ministerio de la Niñez y la dirección de Pueblos Originarios del INDI y la Codeni de Luque, explicó “Kiko” Sosa. El operativo se realizó en horas de la noche para sorprender a los indígenas, indicó.
El responsable de la Codeni, además dijo que la Municipalidad local deberá ubicar al o a los dueños del inmueble intervenido para evitar que los indígenas vuelvan al lugar.
En condiciones deplorables
Los menores se encontraban en condiciones deplorables en la casa abandonada. Los intervinientes constataron que los adultos proveían de cola de zapatero para mantener sedados a los niños.
Los chiquitos fueron llevados a un albergue del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, en Asunción, mientras los adultos fueron remitidos a sus comunidades de Caazapá, Caaguazú, y en la compañía Zárate Isla, de Luque, informó Felipe Sosa.
Según la pesquisa fiscal, un extraño les proveía de las drogas y se llevaba la recaudación por la explotación sexual de las niñas.