Director compró ropas y baterías, mientras escuela se cae a pedazos
Este viernes pudimos
corroborar las reiteradas denuncias de los padres con relación a la casa de
estudios que se encuentra en total estado de abandono y en deplorables condiciones.
Los niños son
obligados a utilizar los mugrientos sanitarios que se caen a pedazos y expiden
un olor insoportable.
Además, una “montaña”
de basura en su patio trasero “completa el paisaje” de la emblemática
institución educativa.
Irregularidades
Los padres,
encabezado por Valeria Romero y Rosana Velázquez, acusaron al director Américo
Silva de malversar presuntamente los fondos de la institución y de no rendir
cuentas sobre los gastos administrativos.
En ese sentido,
mostraron facturas que el director presentó en la Contraloría como rendición de
cuentas.
En los
documentos ofrecidos por los padres como
pruebas se observan que el director compró baterías de vehículos y ropas de
reconocidas marcas internacionales.
En otra factura,
aparece que la institución compró materiales para la construcción por más de G.
1.600.000, pero sin especificar cantidad y tipos de materiales adquiridos.
“Falsificaron mis firmas”
En su defensa,
el director Américo Silva Duarte, alegó que
un secretario suyo “falsificó sus firmas y utilizó el sello de la institución”
para cambiar las facturas de la rendición de cuenta ante la Contraloría.
La emblemática
escuela y colegio Maestro Marcos Antonio Silva cuenta con 600 alumnos, y según
su propio director, recibe anualmente G.
14 millones, en concepto de “Gratuidad Escolar” por parte del MEC.
Este dinero es
para realizar mantenimientos edilicios y comprar elementos de limpieza y materiales
de oficina.
Sin embargo, la
institución se cae a pedazos, mientras el director no sabe cómo justificar ni
donde utilizó ese dinero.
Luego de las
primeras denuncias de los padres, quienes presentaron sendas notas en la
Supervisión Pedagógica, a cargo de Francisco Canatta, y Administrativa, a cargo
de Ada Luz Fernández de Rodríguez, fueron amedrentados por el director, quien
promovió una querella por supuesta difamación y calumnia contra el grupo que se
movilizó en su contra.
Ambos supervisores no hicieron prácticamente nada para encausar el rumbo en la institución afectada. Los manifestantes aseguraron que el pedido de intervención de la escuela se envió al ministro Eduardo Petta San Martín, a través de Anticorrupción del MEC. Tampoco tuvieron respuestas.
En la mañana de este viernes, tras la movilización de los padres, el supervisor Canatta acudió nuevamente a la escuela para escuchar los reclamos.