Además, los fiscalizadores comprobaron que los obreros
realizaron desmonte, afectando la vegetación natural para hacer el rellenado y
nivelación del terreno para ganar espacio, indica el informe oficial.

El inmueble en cuestión es propiedad del ciudadano
Fernando Guggiari, según los datos recogidos del lugar.

El director de Fiscalizaciones del Mades, explicó que
en el lugar intervenido pudieron constatar que varios obreros se encontraban
realizando la construcción de un muro de piedra bruta y columnas de hormigón
armado, de aproximadamente 35 metros de largo.

Según las averiguaciones, sería para agrandar terreno
a costa de la alteración del cauce, por dicha razón y en el marco de las leyes
294/93 de Evaluación de Impacto Ambiental y 3239/07 de los Recursos Hídricos
del Paraguay, procedieron a la intervención y notificación a los responsables,
sostuvo el funcionario.

Además, se pudo detectar que los constructores no
contaban con ninguna documentación municipal ni ambiental que los habilite a
realizar la obra a la vera del arroyo San Ramón, de la compañía Yukyry, de
Luque.

Se trata de Ana María Villamayor, de 65 años, quien sufrió
quemaduras de tercer grado, durante el incendio de su casa de madera.

El voraz incendio que consumió por completo la
precaria vivienda de madera, ocurrió en la tarde del martes de la semana pasada,
en las calles Matías Delgado y Dr. Félix Paiva del barrio Palma Loma, según
indica el informe de la Comisaría 3ra de Luque.

El deceso

Este miércoles, el comisario principal Víctor Ortiz,
jefe de la Comisaría 3ra de Luque, informó acerca del fallecimiento de la
anciana.

La víctima había sido atendida primeramente en el
Hospital Regional de Luque, pero luego a raíz de la gravedad de su estado de
salud, fue derivada al Hospital del Quemado, en Asunción, donde finalmente se
produjo su deceso.

Según los antecedentes, el fuego se habría originado a
raíz del contacto del brasero con carbón encendido con la pared de madera,
avivando el incendio que se apoderó rápidamente de la vivienda.

La dueña de casa resultó gravemente herida durante
aquel incendio, y finalmente murió.

La denuncia del robo del automóvil Toyota Vitz, de
color blanco, con chapa KAV 371, denunciado como robado por su propietario Ricardo
Miño en la comisaría de Luque.

Los detenidos son Elías de Jesús Marín Morales, de 23
años, y Junior César Cabrera Ayala, de 23 años, ambos contaban con órdenes de
captura por robo agravado y reducción, según el fiscal Cynthia Espínola.

El allanamiento se realizó en la Fracción La Linda del
barrio 29 de Setiembre, de Areguá.

El automóvil fue robado precisamente el lunes pasado,
señala el informe policial.

Según la Policía, los agentes de Investigaciones de
Central estaban tras las pistas del vehículo robado, cuando se originó la
persecución a tiros de la furgoneta que era utilizada para un transporte
escolar.

En el procedimiento irregular balearon a una niña de 8
años que regresaba de la escuela a su casa a bordo del móvil escolar.

Dos policías
imputados

Sucedió en la compañía Caacupemí, de Areguá. Al principio
fueron detenidos cinco policías, dos de ellos imputados por la fiscal Mirtha
Ortiz.

La imputación es por lesión grave y homicidio doloso
en grado de tentativa recae contra los agentes Jorge Cañiza y Néstor Vázquez.

Los citados policías no pudieron justificar el
procedimiento, teniendo en cuenta que actuaron fuera de servicios, de civil y
en un vehículo particular.

Tras la incautación del automóvil se puede señalar que
no tiene parecido alguno con la furgoneta escolar atacada por los policías.

Los encargados del Centro Educativo se percataron de
la masiva fuga dos horas después de que se escaparon los internos. La fuga se
produjo alrededor de las 18:00, y los guardias recién se dieron cuenta después
de las 22:00.

Luego alertaron a la comisaría jurisdiccional para
impartir la orden de captura contra los evadidos.

Según la Policía, llamativamente todos permanecían
juntos pese a que tuvieron tiempo para dispersarse en el trayecto a sus
respectivos domicilios.

Sin embargo, se presume que llegaron hasta el kilómetro
19 de la ruta 1, Capiatá, a bordo de un colectivo que transportaba a los cerristas,
pero fueron demorados por los agentes de la Comisaría 32 Posta Ybycuá, por
carecer de sus respectivos documentos.

Luego se comprobó que eran los fugados del Centro
Educativo de Itauguá. Finalmente, todos los evadidos fueron trasladados
nuevamente al reformatorio de Itauguá.