No hubo acuerdo entre transportistas y sigue conflictos en Maramburé

El conflicto en la compañía luqueña de Maramburé se agudizó en los últimos tiempos por los violentos incidentes producidos por los choferes de la Línea 59, quienes son acusados por los propios pasajeros y conductores de la Línea 17, de generar actos vandálicos para quedarse con el itinerario.

Ambas líneas
internas de Luque tienen el mismo itinerario y los choferes protagonizaron
varias peleas por los pasajeros.

En los
últimos tiempos, varias unidades de la Línea 17 fueron atacados con balines de
acero, piedras y hasta con arma de fuego, poniendo en peligro a los usuarios.

 A raíz de los violentos incidentes, los
vecinos de Maramburé, específicamente de los asentamientos Virgen de Caacupé y
Ko’ë Pyahu, iniciaron una manifestación en contra de la Línea 59, perteneciente
a Arnulfo Britos.

Reunión

En la tarde
de este martes, el propietario de la Línea 17, Roberto Cubilla, convocó a una
reunión a los responsables de la Línea 59 para buscar una solución al
conflicto.

Sin embargo,
los directivos de la empresa 7 de Octubre no aceptaron negociar, por lo que se
tuvo que levantar la improvisada reunión hecha en plena calle, bajo lluvia y
teniendo como testigos a los usuarios de la empresa Miguel Antón de Luque.

En la
oportunidad, los vecinos y usuarios criticaron el pésimo servicio que presta la
Línea 59, cuyo choferes, además maltratan supuestamente a los pasajeros.

Apoyan
públicamente a la Línea 17, del empresario Roberto Cubilla, alegando que cuenta
con una flota de vehículos en condiciones y el servicio que brinda hace tres
años es mucho mejor que la competencia, y por eso supuestamente le persiguen.

Los directivos
de ambas empresas se acusan mutuamente de no contar con habilitaciones
correspondientes para explotar el itinerario en disputa.

 El caso está judicializado, pero mientras
continúa el conflicto que afecta una comunidad entera.

El
empresario Cubilla responsabilizó a los concejales de Luque de “apadrinar” a los
dueños de la Línea 59, quienes supuestamente ordenan a sus conductores para
cometer hechos vandálicos para apartar a la Línea 17.

Por lo
tanto, el conflicto sigue y podría salirse de control sí las autoridades
municipales (concejales y el propio intendente Carlos Echeverría), no definen que
empresa es la que debe explotar el itinerario.