Un peligro transitar por la «nueva» Autopista Ñu Guasu
La Autopista Ñu Guasu presenta importantes ondulaciones y hasta un enorme bache en uno de los carrilles, a dos años y medio de su promocionada inauguración por parte del Gobierno de Horacio Cartes. Esta importante vía de 6 kilómetros une Asunción con Luque, y el tercer tramo aún falta terminar para unir con la ruta a San Bernardino.
La capa asfáltica cuenta con ondulaciones y rugosidad que atenta contra la seguridad de quienes circulan por ella. Este proyecto empezó en 2011 bajo la administración de los ministros de Obras Públicas y Comunicaciones, Efraín Alegre, Cecilio Pérez Bordón, Salyn Buzarquis y se inauguró en el 2016 en la época de Ramón Jiménez Gaona.
Sin embargo, al poco tiempo de su habilitación oficial, se ven serios desperfectos en las calzadas de entradas y salidas de la capital a Luque y viceversa.
El desperfecto se debería por problemas estructurales, teniendo en cuenta que por allí no circulan camiones de carga, y más bien existe un flujo importante de vehículos livianos que diariamente se mueven entre ambas ciudades.
Varios conductores consultados por Luque Noticias coincidieron en señalar que la Autopista Ñu Guasu se volvió muy peligrosa y hay que tomar el recaudo correspondiente cuando se transitan por allí. «Las ondulaciones se sienten por que hacen tambalear al vehículo y estos podrían ocasionar graves accidentes», advirtió el automovilista Joel Estigarribia, quien se detuvo al observar que estábamos fotografiando las irregularidades que presentan la transitada vía.
La semana pasada el MOPC realizó una audiencia pública para unir la autopista con la ruta que conduce a San Bernardino. El tercer tramo quedó abandonado por el anterior Gobierno y ahora presentaron el proyecto para concluir la Autopista Ñu Guasu.
Costosa y cuestionada obra
En total, la cuestionada Ñu Guasu, que comenzó en el 2011, costó al Estado casi 50 millones de dólares, pese a tener apenas 6 km (debía tener 6,3 km, pero se recortó por falta de fondos.
Pese a su alto precio, sus diseñadores y constructores, y el responsable directo el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), no supieron resolver problemas elementales generados por el mismo trazado, como ocurre en la zona de la Conmebol, donde cerraron una avenida y anularon la salida de todo un barrio hacia el centro de Luque.
La construcción de la avenida Ñu Guasu, que tiene apenas 6 km, fue adjudicada en el 2011. El primer tramo de la obra fue encargado al consorcio de Tecnoedil (Roque Ardissone), Heisecke (José L. Heisecke) y 8A (Luis Pettengill), por G. 112.798 millones.
El tramo 2 estuvo a cargo del Consorcio Las Residentas (CIV, de Isacio Vallejos, y M&T, de Julio Mendoza), por G. 85.239 millones. Ambos montos fueron reajustados en un 20% y registraron cambios en el proyecto original.
El consorcio Las Residentas (CIV, de Isacio Vallejos, y M&T, de Julio Mendoza), aplicó varias mutilaciones a la importante vía, generando un interminable cuello de botella en el semáforo del km 12 donde empalma provisoriamente con la ruta Gral. Elizardo Aquino (Tape tuja).
Ésto se debió a la imposibilidad de construir el «cuarto rulo» que afectó el estadio de Gral. Díaz, y tuvieron que improvisar para permitir el paso de los vehículos con destino al centro de Luque.