AREGUÁ. Un agente del Grupo Lince falleció en la noche del sábado en un accidente automovilístico en Areguá. El policía realizó un adelantamiento indebido en una curva, salió de la ruta, derribó una columna de cemento, volcó e ingreso a una vivienda. Luego fue auxiliado por bomberos y su deceso se produjo en el Hospital de Luque.

Se trata del suboficial ayudante de la Policía Nacional, Diego Maximiliano Caballero Rolón, de 26 años, domiciliado en el barrio Las Mercedes de Areguá.

Según el informe de la comisaría local, el agente (libre de servicio) circulaba a gran velocidad al mando de su automóvil Toyota, modelo Runx, chapa HDK 536, por la ruta Mariscal López que conduce a Ypacaraí, y al llegar a la intercepción  de la calle Guanela, realizó un adelantamiento en una curva y salió del asfalto para evitar colisionar contra otro vehículo.

Quedó atrapado

A raíz de la peligrosa y hasta desesperada maniobra, el conductor perdió la dirección. A su paso derribó una columna de cemento y la muralla de una casa donde el coche volcó y el policía quedó atrapado bajo el rodado.

Tras el accidente, los bomberos auxiliaron al herido primero al Hospital de Areguá, de donde fue trasladado al Hospital General de Luque, a raíz de su grave estado.

Pese a que los médicos trataron de reanimarlo, el joven falleció a raíz de de traumatismo severo de cráneo. El hecho fue comunicado a la fiscal de Luque, Mirta Ortiz.

El uniformado prestaba servicios en el Grupo Lince del Departamento Central, revela el informe de la Policía.

CAAGUAZÚ. En prosecución del megaoperativo desplegado en Ciudad del Este que permitió capturar al presunto narcotraficante,  Javier “Cucho” Cabañas Santacruz; en la tarde-noche del sábado los fiscales Ysaac Ferreira y Lorena Ledesma y de agentes de la Senad, allanamiento la Comisaría 8° de Nueva Londres, departamento de Caaguazú.

En la ocasión, los intervinientes se incautaron del libro de novedades, además del teléfono celular de la jefa de comisaría Selva Chaparro, quien también fue convocada a prestar declaración por probable nexo con un secretario de “Cucho”.

Según el informe de Investigaciones del departamental de Caaguazú, la intervención fiscal y Senad fue en base a un control de “rutina” ejecutado el pasado 28 de agosto en el km 126 de la ruta 2 Mariscal Estigarribia, zona denominada desvío Nueva Londres.

En aquel procedimiento demoraron al secretario de “Cucho”, de nombre  Diego Medina Otazú, quien tenía en su poder 18 mil dólares. Éste procedimiento no fue comunicado a la Fiscalía, por lo tanto incurrieron en irregularidades, informaron.

Según la pesquisa, Medina Otazú tendría nexo con “Cucho” Medina, y los investigadores sospechan de irregularidades efectuadas en el procedimiento de los agentes a cargo de la comisaría allanada, la oficial Selva Chaparro, por lo que decomisaron el libro de novedades para verificar sobre el sospechoso procedimiento y llamativa conexión con el narco esteño. Además se incautaron del teléfono celular de la jefa policial para cotejar con la investigación.

Los fiscales intervinientes convocaron a la jefa de comisaría para comparecer ante la Fiscalía Antidrogas en Asunción, de modo a brindar datos del procedimiento y la probable conexión con el clan de “Cucho”.

El Sportivo Luqueño cayó nuevamente en su presentación contra Cerro Porteño por 2 a 1. De esta manera, el conjunto auriazul conducido por el técnico Gustavo Florentín cae por tercera vez en forma consecutiva. El primero fue contra Nacional, luego contra Capiatá y ahora contra Cerro.

Luqueño actuó de local en el Defensores del Chaco, por la novena fecha del torneo Clausura del fútbol paraguayo. El cotejo se jugó con el estadio casi vacío a raíz de la poca presencia de hinchas  auriazules y azulgranas. En la oportunidad el local solo pudo recaudar G. 60 millones por 2 mil boletas vendidas, informaron los organizadores.

Poco fútbol

Los primeros minutos ambos conjuntos no jugaron de forma intensa. Cerro  trató de ser mejor que su rival de turno, teniendo el balón y haciendo circular en terreno contrario.

Por su parte, Luqueño tenía muchos inconvenientes en defensa y los jugadores de Cerro en cualquier momento podrían aprovechar para marcar el gol.

Y lo hicieron a los 19 minutos del primer tiempo. Marcos Gamarra perdió la pelota en el medio, y Novick cedió rápidamente al lateral Raúl Cáceres, quien lanzó la pelota al área y ahí ya no se equivocó Jorge Benítez para marcar el primero para el Ciclón.

Sin embargo, el equipo auriazul no encontraba la fórmula para meterse en el partido. Parecía que le costaba demasiado armar un juego colectivo de modo a inquietar al portero Antony Silva.

Entretanto, los problemas en defensa continuaban sin poder solucionarse, pese a la intervención del técnico Florentín. Incluso Cerro tuvo otra oportunidad pudo aumentar el tanteador pero sus delanteros no estaban finos.

Recién a los 30 minutos Luqueño llegó, a través de Fabio Escobar. Lastimosamente no pudo alcanzar un buen pase de sus volantes y Silva logró despejar. Luego intentaron Marcos Gamarra y Blas Armoa sin fortuna.

Mejoró en el segundo tiempo

Al inicio de la segunda etapa, el técnico Gustavo Florentín metió dos cambios para buscar la paridad. Se acoplaron al esquema Walter Ortiz y Gonzalo Barreto, y desde el primer minuto de la complementaria Luqueño se posicionó en campo azulgrana, generando peligros de gol. Los luqueños tuvieron varias ocasiones que no supieron aprovechar para buscar un mejor resultado.

A esa altura del partido, a Cerro le costó bastante tener la pelota y manejar el juego como lo hizo casi todo el primer tiempo. Los azulgranas no podían concretar pases seguidos y Luqueño con Ortiz tomando el mediocampo era superior pero no podía llegar a la paridad.

En el mejor momento de Luqueño llegó el segundo del Ciclón, con el ingreso del atacante Nelson Haedo Valdez, quien sustituyó  a Diego Churín y la primera pelota que tocó fue el segundo de Cerro.

El segundo gol “tranquilizador” para Cerro parecía que lo conducía tranquilo a la victoria, pero a los 86 minutos descontó Fabio Escobar de tiro libre y los últimos minutos fueron emocionantes, intentando Luqueño llegar al empate, que finalmente no pudo ser.

Con la nueva derrota, el equipo de Gustavo Florentín suma tres caídas consecutivas, cediendo 9 vitales puntos, y genera preocupación en campamento Luqueño.

GUAIRÁ. Un policía, su esposa y sus dos hijos menores de edad fueron asesinados a balazos este sábado en su propia casa del barrio San Miguel de Villarrica. Los investigadores apuntan a una posible venganza y surge como el principal sospechoso el criado de la familia, que recientemente mantuvo un altercado con el agente y se alejó de la casa.

Las víctimas son el suboficial de la Policía Nacional Hugo Armando Fariña Báez, asignado a la custodia del Poder Judicial de Villarrica; la esposa del agente de nombre María Villaverde de Fariña, y los hijos del matrimonio, un niño de 12 años y una niña de 6.

La familia fue aniquilada por él o los atacantes, aparentemente en la madrugada de este sábado, según los datos recabados por la Policía.

Tétrico hallazgo

La madre del suboficial Fariña, Miguelina Báez, fue la primera persona en encontrar los cuerpos en la habitación matrimonial. Los cuerpos de la pareja estaban en las camas, mientras los menores quedaron en el piso, bañados en con su propia sangre.

El comisario Óscar Ortega, jefe de Investigaciones del Departamento de Guairá, explicó que además de las heridas de bala sufridas por las víctimas, detectaron que la niña quedó con el cráneo destrozado, aparentemente a raíz de un certero golpe con arma contundente.

Según averiguaciones, el policía había denunciado el 30 de agosto pasado el robo de su arma reglamentaria, que había sido hurtada de su habitación, por lo que sindicó a su  criado como presunto responsable.

Ese suceso acaecido y que fuera denunciado en su momento, ahora aparece como la pieza clave para poder avanzar en la investigación, adelantaron los intervinientes.

De hecho, los policías ya están buscando al único sospechoso hasta el momento.

Una conductora perdió la dirección de su vehículo y volcó, yendo a caer en una cuneta al costado de la Autopista Silvio Pettirossi. Por fortuna, la mujer se salvó de morir y fue rescatada ilesa del habitáculo.

El percance automovilístico se produjo en la madrugada de este sábado en la segunda entrada al Parque de Ñu Guasu, reportó la Policía luqueña.

Resultó víctima Carmen María Benítez Lezcano, de 24 años, domiciliada en el barrio Sajonia, de Asunción.

La joven estaba al mando de un automóvil Toyota, modelo IST, con chapa HEK 591, que fue a caer en la zanja.

La propia  conductora explicó a los intervinientes que al intentar retomar en la rotonda para dirigirse con destino al Aeropuerto Silvio Pettirossi, perdió la dirección de su rodado y volcó aparatosamente, yendo a parar en la cuneta al costado de la Autopista.

Los agentes de la Comisaría 3ra de Luque acudieron al sitio para auxiliar  a la víctima, que afortunadamente salió ilesa, revela el parte policial.

Cabe recordar que el pasado fin de semana también se produjo otro vuelco cerca de la rotonda del Aeropuerto. En aquella oportunidad, el conductor igualmente salió ileso.

Un guardia de seguridad asignado a la custodia de la empresa “Gas Corona”, que opera en el barrio Trinidad de Asunción, fue sindicado por la Policía de haberse alzado con G. 91 millones, tras tomar por asalto al cajero de la oficina administrativa. Tras el millonario golpe, el vigilante de nombre Wilfrido Ricardo Dos Santos Rodríguez (24),  huyó del lugar y está siendo rastreado por la Policía.

El peculiar suceso ocurrió en la noche del viernes, en el local de la empresa de  la avenida Artigas esquina Pastor Ibáñez de la capital, informaron agentes de la Comisaría 12 Metropolinata. 

Resultó víctima del violento asalto Arsenio Aquino Meza, cajero de la citada empresa proveedora de gas licuado.

El presunto asaltante pertenece a la empresa de seguridad  privada SIT, refiere el informe oficial. 

Según los agentes intervinientes de Asunción, el custodio cumplía funciones en la empresa como guardia en la portería de acceso a la firma, cuando repentinamente se le ocurrió asaltar al cajero y fue a encañonarlo con su arma de fuego en la propia oficina administrativa.

Una vez que logró reducir al solitario cajero, procedió a maniatarlo con un cintillo de manera a buscar el dinero. Finalmente logró su cometido alzándose con el millonario botín y se retiró del lugar sin llamar la atención de los demás funcionarios.

Más tarde, refiere el informe policial, que el cajero logró desligarse de sus ataduras se puso en contacto con la Policía jurisdiccional e informó a los directivos de la empresa sobre el atraco perpetrado por el guardia asignado a la empresa por la firma de seguridad SIT.

Los agentes policiales de la dirección Robos y Hurtos, así como de Criminalística del Departamento de Investigaciones, acudieron al lugar para acompañar el procedimiento de la comisaría jurisdiccional y proceder a levantar evidencias.